lunes, 22 de agosto de 2011

XXVI

XXVI


El rocío de la mañana
Refresco de madrugada,
Caricia embriagadora
Dulce en su frescura.

Ensalza mi espíritu
En un cántico,
Despierta la alegría
Que en su interior
Esconde.

Suspiro que desciende
En mis pensamientos
Lúgubres,
Cura mis temores
Y heridas,
Que antaño
Me acosaban.

La culpa
Es un castigo,
Que te ata
Que nos mata
Como un veneno,
Que corroe
Y ensombrece
Todo vínculo,
Con la vida y la bondad.


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