jueves, 4 de mayo de 2017





LIII



Entre mil anclas al océano del infortunio,
tus alas rozaron mi conciencia,
y aun encadenada yo nadaba tras tu estela,
en ese mar frío de miedos y dudas.

Tu sombra bailaba  sobre la espumosas olas,
animándome a seguir, a alcanzarte, a luchar.

 Una cadena cae al fondo sin fuerza para retenerme,
un nuevo grito se ensalza entre las olas,
sigue, no pares, adelante, puedes....

Sera la fe de verte, la esperanza de estar contigo, el sueño de tenerte conmigo,
nado con brío y nuevo jubilo,
mas ligera y ansiando volar por el cielo, 
y comprendo con regocijo quien eres tu.

Eres esa golondrina libre y viajera que siempre causas envidia,
mientras yo me sostenía sin fuerzas bajo el yugo de las cadenas y las anclas, 
siempre golpeada por las olas,
 no ya no....

Y ese sigue resuena mientras me libero de mas lastre,
buscando escapar de esas aguas muertas de esperanza,
y al fin no hay peso, empiezo a sentirme ligera, 
vuelo algo torpe, pero avanzo con regocijo,
 aspirando ese aire de libertad donde las fronteras no existen,
y maravillando me de este nuevo mundo.....