Que le corten la cabeza al insensato que soltó una cerilla en medio del monte, arrasando a posteriori en un incendio que devoro terrenos colmados de árboles y animales salvajes, devorando vida y destruyendo el mayor productor de oxígeno, el pulmón original de un planeta completo.
Que le corten la cabeza al prepotente que derrama su mala salsa sobre otros, creyendo así ser superior, rebajando o atacando a otros, decidiendo ignorar si causa malestar cuando ya le dan de lado, solo sabe decir que son una basura o perdedores, todo por no reconocer que su actitud es bastante nociva para quienes le rodean.
Que le corten la cabeza al bestia que interpreta que la fuerza, la acción agresiva, es un medio de educación, que causar daño es positivo y no hace mal, sin medir fuerza, un día acaba causando daños permanentes o en el peor de los casos provocando la muerte de aquel que se encuentre a su merced, ya sea persona o animal, ambos son seres vivos sensitivos y emotivos.
Gritaban indignados, bien unidos por una misma voluntad, por la lucha de unos derechos, por la impotencia de ser defraudados y rechazados ante las leyes, que le corten, la cabeza se escucha, pues si fuera sensato el que actúa con mando, siempre consideraría a una mayoría, siempre vería por el más necesitado o por aquellos que marginan por diferencias sociales o económicas.
Que le corten la cabeza al sádico que disfruta con el dolor ajeno, provocando accidente para su disfrute mientras ve sufrir a su víctima, incauta de los deseos inhumanos y dañinos de aquel que finge socorrer, para disfrutar de una primera fila, hay enfermos realmente peligrosos en esta vida….
Las lágrimas corren por el rostro de la madre que camina impotente tras el cuerpo sin vida de su hijo, tras un féretro que será la última morada de su ser amado, mientras el resto del mundo grita al son de su voz, que le corten la cabeza, al desgraciado que opto por secuestrarlo por abusar del menor y arrebatarle la vida y de los brazos de su madre para el resto de la vida, dejándole un amargo recuerdo, una cruda realidad, uno es llevado a su última morada y el otro a un encierro que sabe a poco para el daño causado.
Que le corten la cabeza… A esa doble moral, llena de zalamerías en público y puñaladas a escondidas, donde un grupo reducido de los amigos, son más falsos que Judas, los líderes no son más que avariciosos, y los colegas interesados viven de falsas risas y muchas envidias….
Que le corten la cabeza… a esa pobreza impuesta, donde los sueldos suben por debajo de los impuestos, donde favorecen a los ricos para seguir siendo más ricos y el resto de los mundanos no se igualen en derechos y beneficios y mucho menos estatus, pobreza impuesta a razón de intereses e ignorancia, pues mucho cambian las leyes y más desconoce el pobre de a pie, mientras más se beneficia el rico y quienes sirven a sus intereses, no cortemos las manos que roban por necesidad sino a esas cabezas que roban por avaricia y poder…. Si el pobre por necesidad roba culpa tiene el rico que más roba por avaricia… cuanto más tienen unos poco menos tienen esa gran mayoría de gente de pocos recursos que pueblan el mundo.
Que le corten la cabeza a esas falsas madres, que viven de la aceptación ajena, de las ayudas a costa de sus hijos, para luego abandonar a esas criaturas de la mano de Dios, mientras se van de fiesta, niñas de pecho en cuerpo de mujer, egoístas e idólatras que no se preocupan del prójimo, todo es un trueque y se aprovechan del ingenuo, que lastima de vidas dañadas por una mujer incapaz de amar…
Buscando males, muchos viven esposados a sustancias que cambian sus vidas, perdiendo sus valores y amigos, destruyendo a sus familias, atados a una red de drogas, de una constante desesperación y sufrimiento, maldiciendo a quien controla sus vidas y gritando que les corten la cabeza…. Y liberen a esos adictos ya enfermos del alma y la cabeza, a esas familias que sufren por ellos, a esta sociedad que lucha contra este gran mal…
Que le corten la cabeza, así gritamos con todas nuestras fuerzas, desde el fondo de nuestra alma, con el corazón en un puño, ya con la esperanza sangrando en nuestro ser y la fe rota a nuestros pies, reconociendo que nadie escucha, teniendo conciencia de que no importamos, observando el rechazo a nuestro alrededor, pues un enfermo es una molestia, la sociedad está mustia y enferma y si nadie revive los valores, si nadie abraza al mundo con amor, vemos como crece el odio, la rabia, la inconformidad y el rechazo a todo aquel que sea diferente, a aquellos que padecen patologías mentales, siendo excluidos, humillados, avergonzados….
GRITEMOS…. QUE LE CORTEN LA CABEZA…. POR GUSTO, POR RABIA, POR NECESIDAD…. NO NOS CONFORMEMOS, LUCHEMOS POR LA DIGNIDAD… QUE LE CORTEN LA CABEZA, GRITEMOS A TODO PULMÓN Y Jamás CALLEMOS.
