viernes, 23 de diciembre de 2022

NO HAY SANTOS NI PEDESTALES

 


He tenido una paciencia de santo, pero ningún santo aguanta eternamente y mi paciencia tampoco, respeto la opinión ajena, bajo el cristal por el que lo enfoquen, pero ni un santo es perfecto ni el bueno es tan bueno.

Si existir para que te amarguen intencionadamente es vida, por favor prefiero me entierren ya, nadie se merece, lo arrastren por el fango bajo las mentiras de otros.

No busco conflicto, espero justicia, doy lealtad si me la devuelven, pero si alguien a quien quieres te considera menos que estiércol, el corazón te rompe, si te usa para encarar sus guerras y luego se haga el inocente cobardemente, ves que te manipulan y usan como carne de cañón, si la lealtad está para otros, pero no para la familia, señores que pinto yo aquí para alguien que no me valora, digo yo o ¿ustedes no?

La convivencia se convierte en mirar un cuadro de judas, un día y otro también, echando veneno cuando sale a divertirse y asestándote una puñalada trapera… a cambio de su inconformidad, hostilidad y avivando peleas en una pareja, ya tensa por su proceder, de paso envenenado a otros para ser un santo patrón. Mientras el pilar de una familia se va carcomiendo por la desilusión, la decepción y el dolor.

La voz de la conciencia me regaña, no por culpa, sino por obligación, pero si miras al cuadro y observas pasotismo, desinterés, abandono, rencor, rechazo… el cuadro te causa hasta repulsión y lo evitas, sabes está ahí, pero no te da nada bueno para cambiar tu percepción, pero te piden alabanzas… la vida es una irónica mentira.

No soy un santo ni busco un pedestal, procuro hacer lo correcto, así no se vea bien, para criar hay que entender que la madurez no viene a través de los mimos, los consentimientos y el libertinaje, hace falta límites, respeto, reglas, colaboración…. Si el esfuerzo se pone entredicho por no verlo como lo que es, un adulto con todos sus atributos, es un muro muy duro que te cae encima, si lo tratan como niño, lo ven como niño, lo consideran incapaz, la labor del progenitor se va por los suelos, se desprecia el esfuerzo del mismo y destruye la construcción establecía de líneas y reglas, alrededor del miembro díscolo. La decepción y la impotencia crece.

No impongo en casas ajenas, ni interfiero, no es mi deber ni pretendo involucrarme sin ser parte activa de otra familia, por supuesto espero mismo respeto y consideración, parece si uno llora por los cambios es que lo maltratas, que no eres justa a si modo de ver, te recriminan, pero yo no digo como manejar en casas ajenas, sin embargo, me toca escuchar esperando una comprensión de la situación ya manipulada por el no emancipado.

La imposición llega por causas, hechos, razones y desobediencias, la puerta es un agujero de libertad, un acceso a la privacidad, un límite fronterizo, que si no respeta ni se da a respetar, se incumple la frontera de privacidad y la confianza, la libertad se vuelve libertinaje y la exigencia un maltrato…. Por lo tanto, saco el capote y enfrento al toro de quejas e injusticias que me cornea por la espalda, ya que de frente no se atreve.

Es pedir mucho un respeto, demasiado una comprensión, cuando hay quien se comporta como hienas y buscan acorralar y suprimir la última muralla dirigida a la educación y el respeto…. No soy santo, no busco serlo, solo busco la paz que cualquiera desea en su casa. Y les recuerdo, es mi casa, no la de ustedes, yo no imponga en la suya, no interfieran en la mía, eso es respeto, parece ese concepto se ha olvidado.

Con paciencia guardé silencio… Cuando el vaso rebaso su borde, enfrente al mundo, pues no voy de gallo de pelea, pero no entienden que si callo no es por miedo, sin embargo, asumen así sea, siguen sin entender que concedo la palabra, no la razón, escucho su verdad, contada a medias, conociendo yo los por mayores y los por menores de dicha verdad, se pone entre dicho mi palabra y mi autoridad…. No conciben estar equivocados.

El bueno no es un santo, todos tienen algo, nada es simplemente blanco, el malo tampoco es tan malo, las versiones dependen de quien las cuente, de quien escuche…. Un perjuicio viene de una negación, ser ciego ante la verdad, no ayuda, dar por sentado, no siempre es bueno, asumir tu historia es la correcta tampoco, razonar con el corazón por encima del conocimiento menos… Uno puede querer mucho a alguien, pero no por eso se ha de postrar humillándose ante esa persona, ni ceder, si en algo se respeta así mismo. No es ego, señores, es autoestima.

Ya pequé de ingenua, ya caí de bruces al pasado, ya fui ciega, y nadie estuvo ahí para ayudar, tampoco exijo explicaciones, ahora solo pido respeto, cuando procuro tener la vista al frente, seguir adelante, soy consciente, ya me han fusilado con sus juicios, aun así yo no soy carne de cañón, no se equivoquen, soy una mujer intentando mantener unas directrices, una vida sin que machaquen más mi autoestima, mi dignidad y mi vida.

Vivan y cuiden la suya y dejen en paz la del prójimo.

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