sábado, 17 de diciembre de 2022

LA EDAD NO SANTIFICA

 

 

La vida no siempre gira alrededor de un mismo eje, se centra en ir evolucionando y emprender nuevos caminos, en la mano de cada cual está tomarlos o sencillamente quedarse donde está.

El tiempo pasa para todos, unos aprenden a vivir con el prójimo, otros encuentran su compañero de vida y algunos, pues siguen como Dios, los trajo a la vida; solos u acompañados hasta volver a usar pañales, como al inicio de nuestras vidas.

Se nos enseña a respetar a las personas de avanzada edad, es algo que suele ser natural y de conciencia, pero amargamente no es un trato correspondido, a veces el amor se paga con resentimiento, la paciencia con desdén, trayendo dudas al esfuerzo humano que ponen sus seres queridos.

Algunos en su soledad viven con una amargura que vuelcan, en otros con gestos desagradables, otros se creen por encima de todo limite por haber llegado a esa edad avanzada y de elogio para sus conocidos y parientes.

Pero en verdad es triste llegar a mayor y verlos solos y desconsolados, como les dan de lado, abandonados hasta llegar navidad, en ocasiones ni en esas fechas, lo más triste es ver que muchos así lo quieren, sienten que sobran o sencillamente creen que no los aprecian.

Algunos no valoran el apoyo y el aprecio que se les da a cierta edad, rebajan a los de su alrededor, y si tienen dinero se creen que por ello nadie les debe llevar la contraria. Reclaman por reclamar, no valoran los derechos de otros y se vuelven egoístas y mezquinos, mientras el resto intenta tener paciencia, pensando que ya es mayor y toca aguantar. Terrible error, pues así se les reafirma su creencia de superioridad.

A estos mayores, yo les digo que la edad no los hace libres de menospreciar al prójimo, no los santifica, ni se les ha de perdonar las malas acciones, si su cabeza sigue a su lugar, conscientes, saben que lo que hacen no es correcto. El problema es que no les importe y manipulen creyéndose con derecho.

Son aquellos que los toleran y aguantan sus malas maneras, unos santos con una paciencia ilimitada, que no son valorados ni considerados por el esfuerzo que hacen, sabiendo que la mayoría no tolera esa convivencia mal sana.

Algunos asumen que un sueldo les da consentimiento para todo, un sueldo les da la oportunidad de no ir a una residencia de mayores, seguir a su hogar con alguien atendiéndoles, no soportándoles por su capricho… Entiendan es un intercambio de favores a la hora de la verdad.

La edad no santifica las conductas nocivas… no hay que asumir los insultos como diálogo, no hay que aceptar los chantajes, las amenazas están fuera de lugar, las agresiones son peor que todo insulto, nadie es inferior como persona, los corazones son frágiles cuando se entregan libremente al cuidado de otros, el respeto es un valor no una obligación, la educación es la fuente del buen diálogo y la comprensión, la necedad nunca trae nada bueno, a ninguna edad, todos somos humanos y esperamos lo mejor de los demás, la vida es frágil a fin de cuentas.

Si hay cariño, la convivencia es hermosa, si hay respeto, la confianza es plena, la edad es una etapa donde la fragilidad es la primera razón de los miedos y la necesidad de apoyo, seamos conscientes de las diferencias, pero también no agachemos la cabeza. Los años no mejoran las conductas de un ser humano, se acentúa… son conscientes y no les importa a una mayoría, solo su entorno y sus rutinas, recuerden, no son santos, solo son mayores, se merecen un respeto, no consentirles lo que sea.

No santifiquen la edad, es un privilegio, no una excusa, el amor es ilimitado, la paciencia no. La educación es para todos no solo para algunos… recordemos el respeto a de ser mutuo.

 

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