CONTINUACION DE MI DESCONOCIDA

 TIARA

Para cuando vuelvo abrir los ojos aún algo somnolienta, ha oscurecido y mi estomago protesta con punzadas y retortijones del hambre, busco el reloj algo sorprendida de que pueda ser tan tarde y del apetito que tengo, para mayor sorpresa es hora de cenar reconociendo que he dormido casi todo el día, alzo los brazos para pasar mis manos por mis cabellos como intentando aclarar las ideas y su peso me advierte que mi abuela sigue a mi lado durmiendo, giro el rostro a mirarla y percibo en su tez menos ojeras y un estado de paz que antes no percibía, es como si algo en su interior hubiera encontrado su lugar y dejara de carcomerla por dentro, si algo cargaba su conciencia ha dejado al fin de pesarle, gracias a dios.

Alcanzo de mi mesita un teléfono que colocó hace semanas por si precisara de algo y estuviera sola avisar, marco el 1 que es el de Melissa y apenas da señal otro aparato suena al otro lado de la puerta y es cuando se asoma ella a mirarme, me dan ganas de reír mientras cuelgo ya que aparece con una gigantesca bandeja de comida y tras ella su hermana con el rostro demacrado y ojeroso, desde luego se la ve destrozada.

Dejan algunas cosas sobre la mesa camilla y la acercan a mi lado y juntas otra plegable para unirnos a cenar en grupo, la idea me da tal dicha que por más que quiera disimular sonrío de placer, me giro con cuidado para ir despertando a mi abuela para que se una a nosotras y así no pase demasiado tiempo durmiendo y pierda mas horas de sueño para la noche, en un principio protesta dormida, luego abre los ojos y como si un bebe fuera vuelve a cerrarlos, el resto mirándola divertidas comenzamos a reír por lo curiosa de la situación ya que ella suele ser un resorte en posición de saltar y levantarse normalmente y pocas veces se resiste, mas bien diría que la cama le molesta, pero en este caso se puede decir que está al cielo.

Mel se acerca a ella y le empieza a susurrar a la oreja, de vez en cuando mi abuela le protesta y ella se ríe dulcemente y vuelve a susurrarle al final se oye un claro…. “¿prometido?.... por dios qué le habrá propuesto para espabilarse de golpe sentarse mientras se despereza y mirarla como un gato astuto y mirada brillante, la risa de Mel resuena en la habitación con un tono muy profundo creando un escalofrío que me recorre la espalda, con ciertos pensamientos morbosos que en mi caso van dirigidos a Serena al percibir la complicidad de ellas dos…. Con todo un deje de tristeza me viene al pensar que ni siquiera compartimos un instante así con todo el tiempo que pasamos juntas en esta habitación.

Decido centrarme en la cena ya que mis tripas me vuelven a recordar el hambre que tengo, en la bandeja compruebo que hay todo un manjar y eso me hace pensar que ellas se la han pasado todo la tarde a la cocina, empanada de atún con pisto, sopa de pescado, ensalada de verano, huevos rellenos, tortilla de patata, incluso alitas de pollo al ajillo, las miro a ambas algo perpleja y una complicidad resurge entre ellas, bueno he de admitir que el día va a ser una montaña rusa de sorpresas, al mirar en otra bandeja compruebo que hay berenjenas rellenas de carne y bechamel, la boca ya se me hace agua, algo mas allá veo flan y natillas caseras, hasta una macedonia de frutas con un cierto aroma a vino…

Paso un gesto fugaz dirigido a todas y a voz en grito digo….

-          ¡Que aproveche!

Tras este inesperado impulso cojo con prisas un plato y me sirvo ensalada de verano toda emocionada, el resto me mira perplejas pero en serio tengo demasiada hambre y de la buena pinta de todo muy impaciente por llenar mi estomago…

Tomando mi ejemplo se acercan todas a mi alrededor sentandose a la vez que acercan el resto de comida excepto el postre el cual yo miro toda emocionada, con la idea de darme un buen atracón con la macedonia, el resto cogen sus platos y por todos lados resuenan los cubiertos en las fuentes mientras se sirven, mi abuela ataca sin piedad la empanada en su rostro asoma el aspecto de una niña feliz delante de un pastel, casi no recordaba lo que le gusta la empanada, Mel se sirve tanto otro trozo de empanada como un plato de sopa, su hermana le sirve la sopa antes de a ella misma, y pienso curiosa que pocas hermanas tengas gustos parecidos en la comida y eso es algo nuevo a mi modo de ver, cojo un par de huevos rellenos y me sirvo algo de sopa, no es que me guste pero al menos me parece que no esta demás probarla, así que ahí voy, esta buena, pero me doy cuenta de que me noto algo desilusionada y miro otra vez la ensalada con anhelo, una mano se interpone entre yo y mi plato de sopa y me lo retira, sigo el gesto y es mi abuela que se apodera de la sopa y hace buena cuenta de ella…. ¿Cómo lo ha sabido? Otra mano me pone en mis narices la ensalada, alzo la cara para mirar y es Mel, su gesto pícaro es inconfundible y yo avergonzada tomo la fuente y me sirvo mirándola de reojo…

Al cabo de un rato los comentarios van sucediéndose entre bocado y bocado, el aviso de alguna visita para los siguientes días y miradas dirigidas a mi como esperando una protesta, se me hace mas interesante vestirme y quedarme al exterior a verlos llegar y ver la sorpresa de las visitas, creo que seria algo muy divertido y un alivio salir de este cuarto.

Como no pongo impedimentos todo va cambiando a conversaciones y puntos de vista poco a poco va interviniendo la morena que está sentada frente a mí, se la ve ojerosa pero digamos que no tiene ese aire de derrumbe, como si una nueva promesa se hiciera presente, esa sensación para mi es muy alentadora ya que es como si me dijera quiero luchar y no todo esta perdido, mas o menos es lo que yo pienso. Entre respuesta y respuesta voy robándome alas de la fuente hasta que ella coge la fuente y la vuelca sobre mi plato echándome parte de ellas y luego realiza el mismo gesto sobre el suyo, no lo pude evitar, comencé a reír con la sucesión de hechos de esa cena y en serio no se bien como o por qué pero las ganas de reír eran muy grandes y no me pude resistir por mas tiempo.