sábado, 7 de abril de 2012

APOCALIPSIS

El fin de los tiempos, se cierne cómo la lúgubre sombra del mal, es el miedo puro, una esencia que carcome los cimientos de la humanidad, asi de predijo en un principio y sin embargo, nadie cuestionó su valia, más no niego su constante amenaza, su esencia puede abordar otros aspectos de la existencia...

HAMBRE

Es el gusanillo de lo incierto, su esencia hace notar la escasez, devora todo inicio de paciencia, desembocando en la desesperación, uno queda atrapado en su ansia, una necesidad palpitante y dolorosa.

Un apetito peculiar, ha sido alimentado sin falta, en la emoción de la entrega y consumación, dos se encuentran y celebran sus emociones sin cohibiciones ni estandartes, en cambio si no llega dicha celebración, si se aplaña, suprime e ignora, la necesidad va devorando las entrañas creando un descontrol emocional, éste se cierne sobre la cordura, hasta llegar a una nueva busqueda por sustituir la falta y la necesidad, ansiando sucumbir en brazos de  otros, cayendo en la triste  senda del rechazo en la busqueda del placer...

DISCORDIA

Los cambios  en la rutina siempre profesan sentimientos ambiguos, aquellos que lo ansian se sumen en un alivio gradual y experimentan una libertad muy esperada, en cambio aquellos que les pilla por sorpresa, son arrastrados por el agobio, un estado de incordio para con todo, desconfianza del mundo o sus razones, finalmente caen en la triste senda del rechazo por su inadaptacion...

Las diferencias acarrean discursiones, pretextos, condenotaicones, un sin fin de dudas, accesos de orgullo, y si todo ésto viene de la mano del rencor, los celos y la desconfianza nada bueno lleva consigo, la situacion empeora con el tiempo, el estatus se procrea a ambos lados, con suerte llega la indiferencia.

Si uno se deja manejar por estas emociones, es manipulado por neuras aun mayores, antes o despues es dominado por la ira, el cual es un huracán de destrucción, alcanza a madecir la conciencia, a evaporar la cordura y ser marionetas de su voluble poder... Nace del odio, la amargura, uno ya es un neurotico a mayores, dejandose arrastrar por la desesperación y la destrucción en la que se sume, más conocida por su singularidad entre la humanidad, como despecho.

GUERRA

En el despecho, resurge esa alma guerrera.. las diferencias son insalvables, el odio más palpable, los celos dominan las emociones, el dolor que surca un mar en batalla, disparando sus cañones de malas intenciones, palabras hirientes, e incluso hechos que hieren sin causar derramamiento de sangre, si desprenden otro fluido quizás invisible, que no menos importante, la perdida de todolo bueno, la fe, la esperanza, la confianza, sellan en una tumba cuando en un pasado sostuvo la relacion, para provocar naufragios entre dos seres que ya no comparten nada más que odio.

Manipulaciones ante el miedo de la marcha, chantajes cuyo destino es rebajar la dignidad del contricante, el equilibrio pende de un hilo, la seguridad es frágil y la fortaleza se desquebraja como una hurna de cristal bajo una gran presión, tod en el afán de provocar la rendición.

Otras marionetas surgen en esta batalla de locos, en su pretensión de devolver la paz, son guiados a los campos en una lucha indeseada, se convierten en fieles soldados de su causa, confundiendo la fe ajena y la conciencia, perdiendo su virtud y la confianza otorgada.

MUERTE

Una vez abre su guadaña, un suspiro cae en el silencio, no queda más que el último saqueo, una fuga rabiosa, y la violacion de toda dignidad y decencia, es inutil plantar cara, las plagas ya arrasaron el jardín, dejándolo yermo, la desolación aflige a unos y otros, haciendose irreconocible un pasado, incluso quiene fuero o lo que hoy en dia queda de ellos, una mirada apagada intentando recordarse asi mismos es lo que se refleja de toda una lucha.

Retazos de una vida ondean al viento, en un deje de dolor y perdida, son ungidos por la oscuridad, cayendo en un pozo en la esperanza de ser enterrado en el olvido y asi desaparecer de su conciencia, de su culpa, de quienes le rodean con miradas implacables, ya sea por una mente en remordimientos como por una realidad impacable.

CENIZAS

Polvo al polvo, con el tiempo todo desaparece en la memoria, alcanzando un cenit de emoción aligerada, sin fuerza que de empuje al remordimiento, ni a mantener un rencor ya inecesario.

Las heridas sanan, un nuevo ave Fenix resurge de unas cenizas ya extintas, devolviendo al corazón su latido acelerado, con una nueva llama, una nueva incognita y ante todo un nuevo comienzo.

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