domingo, 25 de diciembre de 2011

SABANAS FRIAS


SABANAS FRÍAS


FRÍO


Mi cuerpo adolorido me hace volver en si de un sueño profundo del cual sino fuera por que me estoy helada no abandonaría, reticente abro los ojos para cerrarlos de golpe, la luz del sol a clavado un rayo en ellos… en esos instantes no soporto la luz en ellos, estoy como si hubiera pasado la noche bebiendo y padeciera una resaca de caballo.

Molesta por no haber echado las cortinas en la noche, me vuelvo con una mano cubriendo los ojos y tambaleándome llego a la ventana y tiro de la cortina con fuerza, esta se corre con brusquedad dejando un vuelo ondulante mientras se acomoda a su lugar, la corriente que hace me provoca escalofríos y ganas de correr de nuevo a la cama…. Me giro de golpe buscando con la mirada a la mujer, miro en derredor desconcertada por no verla, mi mente aturdida por el sueño todavía se hace preguntas, y un eco de perdida y rabia toma el lugar de la sorpresa inicial, ella se ha marchado tras disfrutar de una noche de sexo y punto, ni nombre, ni segundos encuentros, bueno al menos no pase la noche sola ni el fin de semana deprimente que esperaba.

Con paso mas firme me dirijo al armario asegurarme que no se llevara algo más que mis atenciones nocturnas y compruebo que no falta nada, me dirijo al salón y sus prendas han sido recogidas, algo me hace recordar que ella vino con un abrigo pero no traía bolso, una mujer con tan buen gusto para las prendas que vestía, no saldría sin uno, eso me hace pensar que ella no debió de venir de lejos, puede que de una cabaña cercana.

Vuelvo al dormitorio y miro de si dejó alguna nota de despedida, pero es hacerse ilusiones, por supuesto otra decepción, me vuelvo ya mas molesta por pensar en algo así y entro al baño, abro el agua caliente y la dejo correr en la bañera hasta que todo esta lleno de vapor, cierro la puerta tras traer mi neceser me saco de encima la manta y aun con la bañero a medio llenar me meto, estoy tan helada que el calor de ésta me quema, a saber cuanto tiempo estuve sufriendo el frío de la noche y el invierno, empiezo a tiritar y la mandíbula me castañea.

Me siento a la bañera encogida, y espero a entrar en calor con el agua, la mirada la tengo fija en la pared recomponiendo la noche pasada, tengo que admitir que ha sido increíble y va a ser imposible repetí algo así en mucho tiempo, un deje de frustración anticipada me recorre, tengo que aprender a no esperar repetir lo mejor de mi vida,  y volver a vivir con lo que me toque.

Tras 15 minutos cubierta con agua caliente, con la paciencia de ir vaciando un poco y sustituyendo por mas agua ardiendo, salgo recompuesta y sin entumecimiento y corriendo me visto, hace mucho frío, me pregunto si nevó, supongo que será mejor salir rápido al edificio de recepción donde sirven las comidas, lo mismo averiguo quien puede ser haciendo halagos a la camarera o sobornando al recepcionista.

Me asomo con cautela a la ventana y el brillo que me deslumbro antes es el mismo brillo de la nieve que en la ventana se acumuló en la noche, además el sol se refleja en ella no es que de para mucho, pero ilumina…

Doy un repaso a las estancias, asegurándome de que cojo cuanto necesito, al llegar al baño para comprobar el agua y si me dejé algo de por medio, el espejo llama mi atención, antes no me miré en el por que salí directa al dormitorio, pero ahí estaba lo que ya ni esperaba, un mensaje suyo, “vuelvo a la noche”, así que algo importante tendría que hacer o puede que ocultarse de otra persona, bueno al menos ya tengo la certeza de que volverá, un regocijo me recorre mientras camino con paso firme a la puerta de entrada, cojo del recibidor las llaves y salgo al exterior, ahora a pensar en lo que me espera a la noche y pasar las horas sin enloquecer de impaciencia.

En el comedor principal el ambiente estaba muy movido, varias grupos de alpinismo se reunían a desayunar antes de salir a disfrutar del recorrido programado, mi cabaña era una de las mas alejadas por que no iba con terceras personas y bueno me gusta la intimidad, suerte he tenido por que parece que el lugar se está poniendo de moda entre los excursionistas. Nota mental, buscar otro nido romántico sin tanta perdiz…

El desayuno pasó a ser un almuerzo fuerte, cuando llegué ya era algo tarde para un café, algunos montañeses de la zona que hacían de guías pululaban por ahí con las tradicionales historias de fantasmas, una en concreto llamó mi atención, el de una mujer fallecida en una cabaña y que sigue merodeando la zona esperando a alguien, muchos han huido al sentir su presencia o por meros cobardes, pero se dice que la dama fantasma se asoma de visita a otras mujeres, y claro el rumor general es venganza por celos a sus congéneres…. La idea en si me hizo sonreír pues me imagine en el limbo buscando una compañía agradable, o puede que esperando a la persona que hiciera latir mi corazón desbocadamente, eso si todavía fuera capaz de latir por amor.

Algo somnolienta me siento en un asiento cerca de la lumbre a escuchar las exclamaciones y sobresaltos de muchas chicas inocentes que habían venido en masa para una ruta en trineos, de vez en cuando paseo mi mirada por ellas cuando se agitan y sus atributos se balancean alegrándome la vista.

Una idea recorre mi pensamientos, la historia y el recuerdo pasado, siento ganas de partirme de risa por lo entupido de pensar tan ingenuamente, al fin y al cabo los fantasmas son mas que alusiones para dar miedo o crear ambientes de tensión e interés en las visitas.

Tras una hora a la lumbre un par de crías que no salen hasta el siguiente turno de trineos se mantiene a me vera jugando a las cartas, el juego me es muy conocido de cuando a sus edades compartía juegos similares con otras chicas al instituto,  finalmente me animo y consulto de si me puedo unir a la partida, estas muy animosas me reciben felices de conocer a alguien en el lugar, si lo pienso soy un lobo en un rebaño de corderos inocentes…

El juego tiene su picardía, si se mira de cierta manera, pues la que más puntos acumula ha de responder una pregunta de la vencedora, de vez en cuando te besaron por primera vez o quien fue, e incluso si fue la perdedora o la otra persona quien inició el beso, si siguen así no tardarán en ir a mayores, entonces si que seré descubierta y veré la cara que ponen algunas que son bastante remilgadas.



Por suerte mi habilidad sigue en pie en las cartas, y no me pudieron sonsacar mucho, tras decir que yo fui quien beso primero y me sacaron el nombre, eso fue digámoslo así glorioso, las caras de algunas de espanto me colmo de risas y las picaras de otras de regocijo, lo curioso fue una de ellas que ni la altero en lo más mínimo, no hubo vergüenza ni temor e incomodidad simplemente era como si ya lo supiera… bueno mas vale que me deje de incógnitas y más con adolescentes, ya oscurece así que me llevare unos víveres conmigo y una linterna por si acaso, no me gustaría volver a rechazar las proposiciones y halagos del encargado de turno como la noche pasada.

Tras despedirme y dejarlas mirándome con curiosidad y risas de algunas menos tímidas, pues el grupo había ido cambiando de compañía según las horas, y ya oscureciendo todas me rodeaban y con tantas y bueno a falta de cartas, la que perdía no jugaba la siguiente ronda y dejaba su lugar a otra incauta o atrevida todo según como se mire, la cuestión es que me ha sido mucho mas divertido de lo esperado, entre chocolates y galletas el rato se hizo tres o cuatro horas muy amenas y relajantes.

Al salir al exterior un exabrupto se me escapa tras un golpe de aire helado en pleno rostro, de estar a gusto en el interior ahora encogida de frío, evitando que otra ola de aire me vuelva a pillar desprevenida, con la cabeza gacha camino por el sendero abierto por uno de los empleados a la falda de la montaña que está rodeada de un bosque muy extenso y que son la delicia de muchos para perderse y realizar algunas fantasías, puede que me acerque a las aguas termales que descubrí el año pasado y seduzca esta noche allí a mi visita nocturna, desde luego me gusta bastante desde que vi su aviso, el mal humor paso volando.

Con mas ímpetu avanzo casi sin esfuerzo, la idea en si me regala unos ánimos que me refuerza en mi ascenso por la ladera hasta mi cabaña, en cuanto llegue me he de poner a caldear el interior, para no pase lo mismo de ayer.

Al llegar al portal las manos me tiemblan  y los dientes me castañean, da igual lo que me abrigara en la mañana nunca es suficiente a estas horas…

Abro presurosa, no pierdo el tiempo en mirar afuera con tal de cerrar la puerta y poner esa barrera entre yo y el exterior, palmeando las manos en mis piernas corro al dormitorio y prendo la llama para dejarla arder y caldear el cuarto, tras esto lo mismo al salón recibidor, y busco velas, ilumino el salón con ellas, al dormitorio prefiero aromatizarlo, dos ambientes distintos, para cuando volvamos de las termales que tengo a unos metros de la entrada trasera, coloco en unas fuentes los alimentos que tuve la precaución de traerme y no quedar tan desfallecida y débil por una noche tan intensa…

Apenas me pongo el pijama el toque que la noche pasada me sorprendió se repite, esta vez a la ventana continua a la puerta, con calma y no mostrando las prisas por volver a tenerla a mis brazos camino hacia el umbral en el que he colgado muérdago, recordando las miradas picaras de las adolescentes al ver algunos atrevidos besar algunas chicas al pillarlas bajo el adorno…. Y si es navidad para mi sigue siendo invierno.



Me asomo y ella me espera con esa pose que declara un estilo inconfundible, es como ver una modelo o una azafata bien preparada para actos de lujo, abro y la dejo pasar con una sonrisa cómplice, como reprimir si en mi mente no se repiten mas escenas que cuando ella me poseía o yo a ella….

Ella entra con la cabeza algo gacha y los cabellos cubren su rostro, ese gesto me preocupa y acerco un dedo hacia su rostro para apoyarlos a su barbilla y alzar así su cara a mis ojos, su gesto es algo triste y a la vez…. Una corriente crea ese magnetismo que la noche pasada me dejó en sus manos, esta vez yo la beso con algo de recato, intentando no olvidar que deseo llevarla a las termales, bueno el intento se queda en eso, sus manos frías toman mi rostro y nos fundimos en ese beso, que solo calienta mas nuestra sangre, el viento puede aullar nuestros alaridos lo pueden dejar sordo, y la noche promete mucho, en ése único beso.

En algún momento de la entrada y nuestras ropas recordé que llevaba en un bolso unos juguetes muy indicados para compartir en momentos así, las termales quedan descartadas y una nueva frontera toma forma en las ansias de tenerla en mi cama a mi merced.

Mis manos caen por su cuello y siguen la caída de su brazo, mientras su abrigo queda en la butaca, el mismo atuendo de la noche pasada, es extraño pero no le doy mas importancia, deseo verla de nuevo desnuda, y cuando rozo el traje ella toma mis manos y acerca sus caderas a las mías, meciéndose, provocando un baile sensual entre las dos, en medio de las velas, sus manos acaricias mis cabellos cortos, el contraste con los suyos claros y los míos tan oscuros es como un helado de chocolate y vainilla. Poco a poco me empuja hasta el sofá, y sus manos van retirando la bata que me protege de las corrientes, aunque de la suya no hay que temer mas que quemarme en el deseo.

Mientras mis manos se acomodan a sus senos, los cuales con los pezones erectos se dejan sostener con el aviso de los temblores que mi contacto le causan, sus manos se apoyan sobre las mías y al mirar su rostro ella se muerde tímidamente el labio, sus mejillas sonrojadas, es un delito supremo, ese pudor solo me provoca más.

La beso y con mucho cuidado hago deslizar sus tirantes por sus brazos y sin retirar mis ojos de los suyos voy desposeyéndola de toda prenda que cree una barrera entre ambas.

Su cuerpo es guiado bajo mis caricias a la parte interior del sofá, mientras mis caderas le recuerdan lo que a las dos nos tiene ahí, ella revela un gemido desprovisto de pudor y demostrando ese fuego indómito que me dominó anoche, sus piernas van dejando espacio para colocarme entre ellas, sus manos se aferran a mí desesperada, la lava que nos consumió entonces sigue palpitante en nuestro recuerdo e instintos, si de algo estoy segura es que la química que entre nosotras hay es un sueño echo realidad.

Ella no pierde el tiempo y la camisa del pijama es retirada entre tirones y arrebatos, ya sea un tiros o su boca contra mis pechos, la fuerza de su necesidad es casi agresiva si fuera otra ya le tendría miedo, pero no me importa pues si me lo permitiera a mi misma de igual manera actuaría, solo que, todavía no, primero deseo que sea completamente mía.

La ropa anda perdía por los rincones, las velas cada vez lucen menos, las voy apagando entre vuelta y vuelta de nuestros cuerpos, besos caricias mordiscos y gemidos ansiosos es la canción que va dando paso a mayores…

La brusquedad ya no es un problema por su parte, es algo que espero, es lago que incluso me agrada, la alzo abierta de piernas y la llevo hacia el dormitorio, la sostengo en el marco y ahí la voy meciendo a la vez que impulso mi pelvis contra la suya, un suspiro nace de su garganta y levanto mas sus piernas mientras le doy mas placer, sus manos se clavan en mis hombros, sus uñas como garras se hunden en ellos, y ella deja caer la cabeza hacia delante conteniéndose,  yo se que no podrá a le es imposible mostrar algo mas calmado, presiono con una mano en su vulva y la cabeza se alza de golpe tensando mas sus manos, el dolor es agudo y me esfuerzo en soportarlo, la miso y su cara desvela tan éxtasis que si me dolió antes ahora me causa placer.

La sujeto de las nalgas que quedan abiertas al entrar al dormitorio y el espejo refleja su imagen sujeta de espaldas por mi, ver esa parte de su ser expuesta a mis ojos, preparada para satisfacerla de un modo tan poco pulcro e indecente, despierta de nuevo esa fiera que duerme en mi, la pasión pura.

La extiendo a la cama intentando contenerme, no mostrar que la deseo de un modo tan indecente para muchas, y para mi, es como un nuevo cielo, abro los labios de su sexo y la acaricio con mis dedos, intento no tener prisa pero ella no tiene espera, levanta las caderas en mi busca, yo me retiro y la observo, no es consciente de su entrega, me retiro del todo, si voy a llegar mas lejos con ella que sea con su consentimiento y aceptación…


Saco de mi armario y lo dejo sobre una butaca cercana a la cama, la abro ahí y no sacó nada, lo dejo a la vista sin esperar usar nada, solo que ella decida si gusta ono, de miembros de silicona y arneses, si la atemoriza o incluso la incomoda, lo retiro y recuperare su atención y favores, suspiro a la espera de que comprenda, mientras mira alrededor y luego a mi fijamente, mi lengua se pasea nerviosa por los labios y me coloco al lado de la butaca, y doy un ligero pase con mi mano izquierda a aquello que pretendo preste atención, ella lo mira y luego frunce el ceño, mal gesto…. Se levanta de la cama, todavía le falta el aire, al andar contonea las caderas como una gata en celo, es divino, todo mi cuerpo se estremece y palpita ala vez con una visión así es para caer rendida a sus pies.

Ella se pone a mí altura y se deja caer apoyándose en mi costado, me sujeta con una mano la cintura y mira de reojo la bolsa y a mi, va de una a otra, ahora algo me dice que no le causo repulsión ni nada parecido, ella estira su mano hasta el interior y saca uno de los penes, con el me marca un sendero entre los pecho y luego me besa en los labios, vuelve a estirar la mano a la bolsa la agarra y lanza a la cama, vuelve a mirarme directamente y si antes ardían sus ojos ahora eran mas brillantes que el sol.



Sin poder resistir ya, la tomo del cabello sujetándola y la beso, vuelvo a mirarla a los ojos y ese fuego es tan fiero como el mío, sigo asaltándola con mis instintos y mi lengua acaricia su rostro, sus orejas son devoradas por mi, y ella no me lo impide, no hace por retirarse, la vuelvo a mirar y su mirada es intensa y a la vez parece miel derretida….

Me coge desprevenida en brazos, abrazada a elle en horcajadas me lleva consigo a la cama, me echa sobre ella y la lámpara de cristales refleja en mi escenas iguales nuestros cuerpos entrelazados, su mano bajo a mi vientre y sin detenerse alcanza mi sexo, lo presiona y sujeta, la presión va aflojando a ratos y en otros aumentando el placer que se apodera de mi de súbito rompe en gemidos y ansias por sujetarla a mi, por abrazarla y no soltarla, ansío infringirle dolor…. No se si esta soy yo, tampoco me importa, en un momento que no soy capaz de soportar el placer mis uñas se clavan en ella surcando su espalda y dibujando en ella un camino de sangre, un grito agudo atraviesa todos mis sentidos, la miro espantada pensando en el daño que le he causado, ella me mira sin un ápice de dolor o temor, acerca su rostro al mío, y con los labios entre abiertos sobre mi rostro, me penetra fieramente, mi cuerpo palpitante todavía la acoge, no sin pagar el precio de la fuerza con la que templa mi cuerpo.

La bolsa a mi lado es sacudida con un movimiento urgente, y su mano calida es sustituida por un miembro que alcanza la profundidad de mis entrañas, recordándome a cada entrada los limites de mi carne….



Sus manos respondieron expertas a las reclamaciones de mi cuerpo, su mirada siempre fija en la mía, aun cuando yo me dejara ir cerrando los ojos, ella no perdía detalle, eso era deseo, me hacia sentir deseada, hermosa y a la vez entregar mas allá de mis limites, llegando a plenitud una y otra vez al clímax… sus caricias quemaban de un modo que con un roce deseaba mucho más, sus besos me devoraban robándome el aliento, mi mente no tenia descanso en cada oleada que me poseía, simplemente era suya para cuando deseara.

Mi cuerpo ya sin fuerzas dejaba escapar un ultimo gemido abnegado en un suspiro que extinguía todo intento de dar más de sí, mis ojos atentos a los suyos denotaban cansancio y a la vez en mí vivía todavía un propósito, devolverle todos los placeres otorgados y alzarla al paraíso, y finalmente hacerla mía como un animal, pues si ella con forma humana me había devorado una y otra vez con todo su ser, yo deseaba mucho más.


Sus besos volvieron a mi tornándose dulces y apaciguadores, mi sangre ardía lo suficiente para voltear la situación, la sujeté por las nalgas con ambas manos y la mantuve prieta a mi pelvis  mientras mi cuerpo tomaba de ella sus primeros suspiros, sus ojos denotaban sorpresa, y mi regocijo fue completo pues la tenia donde deseaba, mi mano derecha se iba acercando a ése lugar prohibido que los griegos veneraban en los placeres livinidosos, un lugar poco acogedor para muchos,  pero todo una cumbre de nuevos placeres…

Sus pechos reposan sobre los míos mientras sus hombros se encogen, no voy a ceder deseo mas que nunca tomar a una hembra por detrás, si ella no gusta en un momento que vea que no disfruta la dejaré, no soy violadora, pero en esos momentos no va a escapar a mi presión.

Su cuerpo en un principio tenso a mi exploración va relajándose con una respiración entrecortada, la bendición ha llegado dotada de muchas sorpresas, ella no se agita con rabia ni patalea o grita, esta tomando aire y esperando a que intente penetrarla más, aparto mis manos de sus nalgas, si realmente es lo que presiento, que ella me suplique complacerla, sus gemidos cesan de golpe, me mira y en su rostro un deje de incomprensión que cambia en unos segundos a otro de frustración y rabia, sus manos caen sobre mi pecho una primera vez, a la segunda la sujeto de las muñecas, su rabia aumenta y gruñe con una especie de desesperación que me excita todavía más…. Tiro de ella y la tumbo debajo mía, intento contenerla pero me puede la excitación que ha despertado en mí la beso con su propia rabia y mis caderas van meciéndose sobre las suyas, una fricción animal, sin perdón ni freno…

Mis labios son mordidos mientras mi mano busca en la bolsa aquello que más falta me hace y deseo en esos instantes, al fin lo sujeto y tiro de él, una vez fuera dejo de besarla pero no de contonearme mientras sujeto en mis manos el arnés, lo coloco en mi cadera sujeto por detrás y voy sujetando el mismo desde sus otros puntos, un pene firme se yergue sobre mi pelvis, la sensación es imponente y una parte de mí se hace más dura y ardiente con la simple idea de poseerla con el fruto de mis delirios….

Así me mantengo frente a ella, sus ojos fijos en ese miembro sujeto a mi ser y en cierta manera parte de mi ser de una manera casi indescriptible, sus manos tímidas se acercan a este, lo rozan, lo presionan, su lengua acaricia sus labios y esa palpitación ya familiar se apodera de nuevo de mi para estallar en un rugido en el mismo instante que ella toma con su boca mi miembro y lo saborea y masajea, lo acaricia con su lengua dejando escapar ligeros gemidos, no aguanto más, la empujo de los hombros al lecho y me echo tras ella encima, mi cuerpo hace presión sobre el suyo manteniéndola donde deseo, y con cuidado busco la entrada a su sexo, sus piernas se abren acogedoras y la penetro, primero hasta donde puedo y luego tras varios intentos lo más profundo siendo recibida con gemidos de placer, me mezo de dentro para fuera en un baile constante, sus caderas se alzan y mi ritmo se hace más cruel y fortuito, sus manos se ciernen a mi espalda y sus dedos me arañan en un fiero intento de agarrarme con todas sus fuerzas hasta que un grito profundo y fuerte resuena apagando el silencio de la noche con su voz, no paro todavía sigo pero dejando poco a poco ese ritmo tan enloquecedor y volviendo a uno mas lánguido, tras su cuerpo dejarse caer extenuado, salgo de ella y con mis manos abro sus piernas alzando las rodillas, saboreo el éxito de mi esfuerzo mientras paseo mi lengua por ese punto que todavía me obsesiona….

Sus caderas de un modo instintivo responden a mis incursiones con suavidad, luego mis dedos exploran con mas revelación de mis intenciones y un gemido me atraviesa por dentro, esta muy excita y me recibe complaciente, me coloco sobre ella y lo intento, no se niega pero cuesta, poco a poco lo intento y en una que ya meto un poco y ella gime, alza las caderas empujando y sola se penetra, dejando las mías bien unidas a su ano…..

Sus caderas rotan de un lado para otro, yo aguanto no me muevo, estoy hechizada por sus movimientos y sus gemidos, cuando una embestida firme me coloca totalmente en su interior me mezo, probando que puedo hacerlo sin dañarla y…. no tardo en estar cabalgándola sin apremio, sus gemidos me guían, me incitan y provocan, no mando, es mía y a la vez ella manda…..



El tiempo es insustancial, el agotamiento no tiene poder, simplemente su cuerpo entregado y sudoroso dejándose tomar por detrás y el goce supremo existe, cuando mi cuerpo esta apunto de darlo todo de alcanzar el cielo, el infierno, la plenitud, la abrazo y un grito fiero arranco de mi pecho como si mi alma dejara escapar todo cuanto llevase en su interior, la llama que me sujetaba antes de caer sobre su cuerpo exhausto, ya no arde, pero si una calidez y felicidad que jamás conocí antes, deseo seguir así con ella, deseo mas que unas sabanas frías a la mañana, deseo un lecho lleno de carias y cariño y entrega a su lado.

La miro mientras ella descansa de nuevo con los ojos cerrados, es mía esa noche, es increíble, una diosa, un ángel y un demonio en la cama, y ni siquiera conozco su nombre… mañana he de saber mas de ella no la he de dejar ir sin conocer su nombre, si tiene a alguien, si gustaría de pasar mas tiempo a mi lado, no se si la deseo, si la ambiciono, o si quiero algo mas importante a su lado, pero lo que si es seguro es que no deseo perderla.





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