En la mirada cauta de la invitación siempre se ha de buscar en el remilgo y la duda, la razón que mueve a toda montaña…
En sus cumbres encontraremos la belleza escondida en sus alturas aunque las brumas molesten al viajero, siempre encontraremos en la perseverancia esa vista esperada…
En el soplo frío de la altura no debemos confiar, busquemos el abrigo en el manto que la cubre y tal vez seamos invitados al cobijo que esconde en sus entrañas mil tesoros….
No se ha de levantar la voz, pues un alud nos puede caer y ya es mal castigo caer al vacío sin sujeción, pues veáse el manual de instrucciones de la seducción…
Por proceder no se ha de pensar en estadísticas ni números, solo saborea el deseo en sus labios, si alcanzas tal privilegio…
Si la voz llena el silencio de un sonido profundo dejad que el instinto os guíe en la conquista de la cima y el cielo…
Habéis de escalar con cuidado, pues un beso siempre es un dulce, una caricia un encuentro con suerte, y si un gemido os hace sucumbir, recordar que una dama fogosa siempre puede causar sorpresas, puede que os reciba con jubilo o puede, que la reacción sea así de los mas sorprendente al veros volar tras recibir una pata de ímpetu….
Así yo recomiendo procédase con precaución ya sea por propia u ajena, así invito al riesgo y la entrega no sin recordar que la fuerza del deseo siempre esconde algo inesperado…
No hay comentarios:
Publicar un comentario