miércoles, 22 de agosto de 2012

LXXVI


LXXVI

Bajo las lágrimas
Correrán ríos de desconsuelo,
Bajo su caricia
Apaciguará el dolor lacerante,
A su caída implorará
Al olvido,
A su roce apagará
Los fuegos del pasado.

La llama de la pasión,
Marco senderos
En el corazón,
La llama del amor
Abrió las puertas
De la ensoñación,
Las palabras de emoción
De ilusión embriago
A un alma solitaria,
Que a su llegada resplandeció
Fascinada con los fuegos artificiales.

Son las aguas de la tristeza,
La que borrará senderos
Ya marchitos,
Son las lágrimas mártires
Las que cierren la luz ferviente
De sueños y esperanzas,
Es el silencio amargo
El pilar al que se abrazan las sombras,
Aquellas que cubren un alma moribunda,
Sin fuerzas ni esperanzas
En las que depositar la fe infinita.

Fuego que arde bajo la lluvia apaciguadora,
Llama fogosa que se consume bajo las aguas
Del anhelo,
Luz titilante que cae bajo un cielo tormentoso,
Nunca alces la espalda del odio,
Tras volar con las alas del amor,
Si cortas su impulso al vació caes sin control,
Si la espada te ciega de rencor,
El sol no brillara en tu interior,
Si la luz muere a la sombra de la nada,
El vacío será la morada de tu futuro,
Guiada por la lanza sin destino.

No hay comentarios: