jueves, 2 de agosto de 2012

LXXIV



LXXIV

Desnuda mi alma
Con tu voz seductora,
Libérame de las cadenas
Del mortificante silencio.

Desnuda mi alma
Con tu mirada eterna,
Despierta mi esencia
Del letargo y la espera,
Revela a los cielos
Que sigo aspirando
Vivir y sonreír
Como los recién nacidos,
Risueños en su inocencia
Inmaculada.

Desnuda mi alma
Sólo como tu sabes,
Devuélveme al sueño
De los velos divinos,
De sentir en mi piel
Tus palabras de miel,
Apoderándose de la ambrosia
Divina que nace de mi corazón,
Derritiendo mi mirada
En las aguas impuras  de la perdición.

Desnuda mi alma
Desterrando las dudas,
Ensalzando la pasión
De los besos ocultos,
Bajo las pestañas de sirena,
Que arrastran a los mares
De la lujuria y la lascivia,
Si con el pensamiento me haces tuya,
En tus manos soy tu esclava perpetua.

Desnúdame otra vez,
Volviendo a ser esa parte
Tuya y mía que nadie más
Puede conocer, bajo la luna,
Las estrellas, velando los sueños
De esta aspirante a soñadora
Del amar y el sentir,
En las caricias de la pasión
Y la seducción…

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