sábado, 30 de junio de 2012

LXIX



LXIX


Un suspiro que alberga un sueño,
Unas manos que ansían un futuro,
Un roce que altera el mundo,
Desplegando la fantasía en su fuero,
Albergando los suspiros del deseo,
La desesperación acontecida,
Las caricias que rememoran el sentimiento,
Emociones pasadas que calientan
Y reviven mi ser.

Ya al pasado quedaron tantas cosas,
Que la mayoría ya no importan,
Son frondosos los recuerdos,
Ya un bosque forman a la memoria,
Cada hoja alberga un instante,
Una emoción,
Y las sensaciones se multiplican a mil,
Al vivir un nuevo instante que te embargue
Del antes y el ahora….

Si mi musa nace del alma
Si mi emoción nace de cupido,
Si mi talento lo trajo atenea,
Todo en si es un prodigio,
Ya en la memoria albergo
Tanto regalo de la inconsciencia,
Que la emoción siempre palpita
En cada palabra que nazca
Y enerve un nuevo canto
A la palabra, al verso, al santo
Divino de esa sirena,
Que es mi musa prodigiosa.

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