domingo, 22 de julio de 2012

LXXI


LXXI

Tenaz perseverancia
En el aprecio y constancia,
Con apoyo y una sonrisa,
Es regalo de los riachuelos de la pureza,
Vital esencia que de ti desborda
Cayendo como caricia
En tu palabra y aprecio

Brillantes relucen
Esos ojos dulces,
En ellos se reflejan
El fiel corazón de tus querubines,
Adoran tu alma,
Tus amorosos cuidados
No siempre apreciados,
El crecimiento las cadenas desatan
En un nuevo caminar
Libres al nuevo amanecer.

Serás su amiga
Una madre apoyándoles
Y siempre compañera
De sus consternaciones,
Y si algo temieran
Fiel protectora de su confianza.

Ángel de látigo firme,
Con manos suaves
Y mirada dulce,
Luchadora infatigable
De un corazón ardiente
En su ternura inagotable,
Amiga inseparable
Que se mantiene leal y fiel
Ante el peligro,
Protectora y cariñosa
Ante la adversidad…

Nunca cambies el código
Es perfecta sintonía
De esa alma materna de la vida.

No hay comentarios: