domingo, 8 de julio de 2012

LXX


LXX


El secreto de tu sonrisa
Cautiva mis sentidos
Crimen perfecto de encanto
Que me seduce con sigilo,
El cuál rasga con su filo
La piel de mi alma adormecida.

Guarda bajo un velo
El intrigante secreto,
De una atracción divina
Oculta entre la seda
De los suspiros.

Restallas el látigo
A la inquieta huida,
Mientras tus ojos retoman
Ese encuentro furtivo de miradas,
De ganas infinitas y ansias inquietantes.

Es dulce la brisa
De reír en tu compañía,
Refrescante consuelo
A la latente penuria
De partir a la soledad,
Sin una caricia de tus labios…

Dulce martirio,
Que reencarna la ilusión de soñarte,
Pensarte y suspirar por un beso,
Fruto de los secretos
Que siembra mis sueños,
Con el sortilegio de tu rostro
En esta noche de verano.

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