miércoles, 2 de abril de 2014

XXVI

Conquiste tus muros infranqueables,
En tus ilimitados intentos de desmoralizar,
No quebraste el espíritu,
No amortiguaste la fe quebrada,
que en tu alma llora,
en ese purgatorio de tu silencio,
Solo frenaste sin detener,
El paso lento y firme de mi determinación,
Invisibles ladrillos que con palabras
Formaste sin expandir tu espíritu,
Ya vacío de luz, triste y ciego a la vida…

Pero en la torre de la negación,
Aquella que no admite replica,
Que crece con cada gesto o pensamiento,
Allá te escondías de mis ojos,
Allá te recluías amargada,
Ocultando tu sonrisa en ese velo
De falsedades que te decías,
Mientras yo ascendía paciente,
Un escalón que caía,
Una barrera que se derrumbaba,
Tú allí ya quieta incrédula,
Me evitabas y esperabas,
Ya lo sabias princesa,
Yo llegaría….

Ferviente devoción y malévola intención,
Ese fracaso no llegara,
Mi mano extenderé para la tuya tomar,
Huye si quieres si es tu deseo,
Te seguiré y protegeré,
Reconócelo princesa,
Me miras a escondidas,
Me buscas aunque no quieras,
Me temes por que me quieres,
Y aun así escapas de ti misma,
Huyes de lo que sientes,
Sabiendo que yo no dudare,
Seguiré tu estela para quererte….

Tanto como tú me niegues,
Yo me levantaré para rendirte mis besos,
Tanto como te enojes,
Yo sonreiré para endulzarte,
Tanto como te amo
Tú me miraras para asegurarte,
Pues en mis ojos ves lo que en tu alma
No admites….

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