domingo, 28 de abril de 2013

RESPIRAR DEL CIELO



La euforia perdida se abraza a mi persona en la desesperación del momento, su ojos cambian de tono para dirigirse a un nuevo rumbo, completándose con una aceptación de conciencia, alcanzando tan alto nivel que las alas nacen de mi alma y me elevan al cielo de las promesas, a aspirar el aroma de la felicidad perpetua, pues el cielo no es mas que ese estado incensurable por la conciencia y el pasado. El privilegio del visionario tras la incertidumbre.

Las bocanadas van insuflando el espíritu  de ésa paz extraviada en las desdichas, un don sin lugar a dudas tan poderoso e importante como la dignidad siempre henchida de poder.

Un paso a un firme sin raíces, que dará pie a mil mas hacia un futuro con un esplendor todavía por descubrir, dar ese giro al presente con valor, con seguridad, evitando volver a las sombras fieles y corruptas del ansia y la desmedida, llegando a reconocer el mundo que le rodea, aquel que se ignora en la joven inocencia de ideales equivocados, en si es el mayor de los pasos que una persona puede dar, para ser admirado con ese orgullo inquebrantable de quienes lo conoces, convirtiendo el afecto que se le profesa  en esa fortificación que protege de las tempestades… Como la gran torre del destino, pues en ella todo se halla y nada mas ha de cruzar sus puertas que aquellos a los que se les conceden traspasar su umbral, poseedores dignos ante la mirada de su moradora, la señora de las aguas…

Llegan a las puertas de la torre tras viajar confusos, desconocidos de si mismos, sin saber que desandaron sus pasos y que vuelven al hogar a los brazos de quien los arropo siendo inconscientes niños en el seno de su vida, vuelven a la calidez del corazón viviente, que late en silencio, vuelven devolviendo la paz a su dueña, de sus ojos brotaron las mil aguas malditas, para alcanzar con su retorno el éxtasis en esa bocanada de inauditos sabores, que antaño olvidados ensalzándola  a lo mas alto, aspirando la libertad de una alma sin grilletes a la desesperación,  evocando ante si un circulo de bendiciones con cada abrazo de bienvenida a esa persona querida que se perdió en algún tramo del camino.

Libre del pesar ante el futuro respira del cielo la paz, la fe, la felicidad robada en la preocupación y las dudas.

Los brazos sostienen ese bien preciado nacido de sus entrañas con un nuevo suspiro en sus labios….

No hay comentarios: