jueves, 18 de abril de 2013

NÁMASTE



Námaste, para las brisas de buenos augurios y esperanzas pasadas, aquellas que nos otorgaron sueños y elogios en cada paso que encaminamos al futuro.

Námaste, a las alas que crecían a la luz del sol cuando uno se acogía tiernamente a la madre naturaleza sin miedo a perder la paz y la fe en aquello que creíamos.

Námaste, dulcemente al sol y la luna que su única naturaleza es existir en la orbita de nuestras vidas.

Námaste, a aquellos que nos rodearon indulgentemente arropándonos de sueños para despegar con los vientos del norte.

Námaste, con la vista puesta al horizonte y tirando al suelo esa capa de sombras que nos embargaba el alma.

Námaste, a los pensamientos ajenos sin futuro ni deseos constructivos que se hacen notar en sus irónicas armaduras.

Námaste, a la negativa latente en los actos, en las iniciativas, en las posibilidades de mejorar en nuestro día a día.

Námaste, a las pesadas cargas que arrastramos tras las tristezas, las perdidas, los sin sabores de frutos que no supimos apreciar en su época dorada.

Námaste, a las ideologías, aquellas que se implantan como guías, aquellas que se apoderan de la conciencia, aquellas que suplantan la fe por obligación, aquella que suplanta la igualdad de las almas en este mundo terrenal.

Námaste, al orgullo que nos arrastra a la desesperación, a la intolerancia, a los desprecios y a las palabras sin corazón en el mismo desprecio que uno rebaja su dignidad en su puño de rencor.

Námaste, a esa mirada infiel, insegura, desconfiada que tantas veces nos trajo ese beso incierto de la despedida, esa caricia tierna incomprendida, esa lagrima silenciosa para caer en el precipicio de la soledad.

Námaste, a los vacíos sin sentidos, a los adioses encallecidos de rechazo, a la soledad del ermitaño, a las huidas y fugas del corazón, a los pozos sin fondo de recriminaciones, a la negativa sin sentido del yo.

Námaste, a la incoherencia, a la inexistencia, a ser invisibles, a olvidar al mundo, a desconfiar de nuestras sombras, a temer a lo desconocido, a la incomprensión de la existencia, a la falta de tolerancia, a la necedad del miedo.

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