viernes, 3 de febrero de 2012

ESTADO BURGUES





He aquí la congestión social y económica a la que se ve enfrentado un país y ante todo el individuo mas inconsciente de la situación, ya sea por falta o por incompetencia esta vida se convierte en una trampa y la envidia de terceros, ya que entre risas y bromas no somos mas que el chiste ejemplar de un sistema sin fundamentos ni defensa ante la avaricia y el impuesto, pues ya sea que paguemos o no, somos el talón de un país que muere en la miseria del robo, el soborno, el desprecio, la estafa, de una avaricia ejemplar por aquellos que sustentan un país bajo la palabra del pueblo cuando el mismo pasa las penurias de ser gente de bien a mendigos sin causa….

Es así de simple, como que otros pasaron el huracán y ya se levantaron con dignidad, nosotros nos revolvemos en el lodo como ratas sin futuro que el exterminio por la inanición, sea hambre de estabilidad, sea hambruna de necesidad, sea de seguridad, ya con todo sueños rotos y desmoralizados, pues de paso antes está el interés personal que por ende aquellos que valen su peso en oro, se olvidan del esfuerzo y suscitan el interés y con astucia bajo manga algo cae del revés, sirviéndose de cuanto llegue para no perder su poder y si por si o por no, el ciudadano sin privilegios se ve en esta guerra sin cuartel entre la razón y el deber de quien podrá y quien no, avalar esta realidad, dada a nuestro entender por la especulación y el ladrón, de quien engaño y suscito ansias de mas no poder.

Son muchos los perjudicados, los bancos mueren en su podredumbre, otros absorben lo que queda del difunto, nosotros en cambio en el desconsuelo nos deshacemos, con lagrimas e impotencia perdemos cuanto tenemos, una lucha perdida por aquellos que nos despojaron de dignidad y vida, tirando por tierra un esfuerzo que otros no pudieron, y la mirada atrás se hace constante en la desdicha de saber cuanto y ya nada queda…

La falsa esperanza de un futuro a buen puerto, ha creado la llegada del fantasma de la verdad, pues si entre mentiras se crece un mundo, como una torre de naipes cae, en escombros todo se convierte ante los ojos inocentes de muchos y se maldicen por ignorantes y confiados de no esperar la guadaña que mate todo cuanto alcance su saña.

Es difícil admitir, es imposible concebir, es ante todo un reto por conseguir, el levantarse de nuevo y volver a caminar, el recuperar la luz perdida de una ciudad de oro en los albores de un nuevo crecimiento, pero esperemos aprender a que nada es lo que parece, a construir con cimientos fuertes y no con una baraja de naipes con la suerte ya echada, pues un soplo de desconfianza y mal augurio todo cae como la lluvia del cielo, fría y torrencial cuando la tempestad se yergue con toda su templaza y furia descomunal, así es la naturaleza no olvidemos su gran verdad.

Y recordemos que el pobre es pobre y todo lo pierde pero es el rico el que se queja de no sostener todo cuanto tiene, no le faltara alimento solo sus lujos y libertades, y nunca mirará al pie de la escalera a aquellos que piden limosna por enriquecerles y ostentarles como no se merecen, pues si el mundo mejor repartido fuera, nada de esto seria, un corazón noble ya no se encuentra, solo en aquellos que no miran si tienen o no tienen, y ayudan sin avaricia, en la conciencia de un sueño de vidas y aspiraciones mejores, que buscar consuelo en una botella.



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