viernes, 30 de agosto de 2013

X

Vos que me arrastráis
sudando y padeciendo 
en ese abrazo dudoso 
de afecto...

en las horas de desahogo
en las sabanas de vuestra locura,
me retuerzo,
para amanecer con ojeras,
las cuales son prueba y testigo 
de vuestros estragos,
en cada centímetro de mi piel...

con mano firme sostenéis
ese liderazgo sobre mi cuerpo,
hostigando el látigo de vuestro poder,
mientras languidezco por que llegue 
la noche y me acune en el consuelo
del sueño febril.

encorvas mi vida,
me distancias de mis alegrías,
y pese a que vuestro paso
por mi vida sea efímero,
en definitiva es un tormento,
marcando mis idas a tu capricho,
pese a ser un resfriado común,
sois bien molesto como invitado,
no desea y siempre inesperado.

siempre ignoramos su llegada,
pero ante todo ansiamos su marcha,
y aspiramos a que no vuelva.

PD: no olvidéis sorpresas desagradables,
vuestra desafortunada llegada 
ya es suficiente,
para una servidora ya cansada
de ese amor no deseado,
por invitarme a vuestro paraíso vírico.

No hay comentarios: