En las cumbres
Tu nombre llega,
Como el susurro
Que nunca escapa
De los labios,
En las laderas
Tu recuerdo llama,
Mientras el impulso nace,
La pasión se desborda
De ese embalse de promesas.
Los limites los dicta la conciencia,
Mientras el corazón los desmonta,
La fuerza nace con voluntad,
Mientras el arrebato arrastra a la aventura,
Si el viento clama,
Nos escondemos del augurio,
Si el sol luce,
Nos entregamos confiados,
Si la luna asoma,
La seducimos borrachos de su belleza,
Si la lluvia nos rocía,
Le negamos el capricho de sus caricias melancólicas.
Y como siempre,
Nos equivocamos en la necedad de no agradecer,
De no comprender, ni sentir, con la justa medida de su don,
Olvidando el valor de ser...
No solo querer,tener,desear.
Pues vivir,
Es caminar al horizonte,
Aprender sin juzgar,
Aceptando la verdad.
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