En el alumbramiento de una ilusión recelo,
Es tal la duda que naufrago en mi cordura,
Más dilato la decisión como si el tiempo no existiera,
Alcanzo el frenesí de la desesperación en tu ausencia,
Para retomar los remos de mí fuga y remar contra marea,
Pero la corriente me arrastra para desembocar a tu recuerdo…
Es osada la insistencia de tu mirada,
Siempre desafiando mi negación,
Siempre perseverando contra mis dudas,
Para entregarme en un susurro la paz que tanto extrañaba,
Serás ángel en mis noches y sol en mis días…
Lo sabía antes del ocaso,
En esa marmórea nada de inexistencia en la que buscaba,
No llegabas a mi vida y me lamentaba y al asomarte como el
amanecer,
Dando un soplo de euforia a mí vivir,
Encontraste en un paraje lamentable las rosas
Que en mi guardaba.
El cenit es tu ir,
Tu sonrisa el alba,
Y mi esencia la fuerza del sentir,
Que tú has rejuvenecido
Con este amar
Que nos ha atravesado por casualidad.
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