En tus brazos me dejo llevar
en su fiel abrigo para descender de mi conciencia,
para caer rendida a tu encanto,
acogida a la servidumbre del corazón,
cayendo cautiva de tu amor.
Un fénix renació ante tu ser,
bajo tu mirada liquida de emoción,
en el silencio de la rendición
tu voz rescató mi ser del precipicio...
envolviéndome y ungiendome
con la luz de un nuevo ser,
un renacer que extiende las alas
para amar perdidamente.
El huracán de las dudas y miedos
arrasó a su paso las ruinas del pasado,
pero no consiguió derribar el digno pedestal de este sentimiento,
el latido de mi corazón que se fortalece con sólo suspirarte...
Encadenaste al pasado las huellas oscuras,
abriste el ventanal de mi encierro a la luz de la vida,
y sonriéndome me tomaste de la mano,
reconfortandome y atrayéndome,
a esa seguridad que creí extinta.
Eres ángel en mi vida,
musa en mis cavilaciones,
diosa en mis sueños,
guardiana de mis secretos,
el latido de mi corazon,
y mi guia en las sombras.
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