martes, 23 de septiembre de 2014

XXXIII


Que nadie me repita que va a cambiar.....
Que nadie defienda un sin sentido,
Que callen los abogados del interés, 
Que las alegaciones cada vez quedan más enterradas
En esa tumba de decepciones y traiciones...
Donde se queman en cal viva con las lágrimas de quien las padece,
Robandoles la esperanza y destrozando el corazón sin piedad,
Diluyendo la fe gramo a gramo en el ácido de la desconfianza....


Un trueno cae con cada bramido del alma,
Remueve los cielos y surca la tierra que tu siembras día a día,
Marcándola de dolor a su paso con el fruto de su fuego, la traición,
Las voces se escuchan a lo lejos y a tu espalda los reproches,
En la mente tras cada trueno el miedo que deteriora la voluntad,
Los relámpagos avisan sin evitar el mal que acecha tras de si,
Recordando que la tormenta nunca cesara por mas que grite por escapar.


El viento enfurecido golpea con cuanto arrastra,
Recordándome que sigo en pie,
Me reta a combatirlo sin consentir que me rinda, 
Si caigo me arrastra si me alzo me abofetea,
Y confundida una camina sin conocer realmente el rumbo.


No importa hacia donde, no cuenta caer si te levantas,
El destino se ignora pero se sigue,
La verdad es una muy simple, sufro y sigo respirando,
Grito con esa alma ardiente,
Solo queda esperar a que amaine o caía por un precipicio,
Lo uno o lo otro trae una aclaración distinta de la realidad,
Si es destino o fortuna ya ni importa.
No se puede retroceder.


Las voces claman cobardemente,
Mientras mi conciencia se yergue tristemente,
Alegar para encubrir es mentir y despreciar,
Abogar bajo la bandera de la incomprensión,
Es igual que fusilar la razón y el deber,
Y así una se planta firme mientras se recibe con aplomo
El nocivo plomo de quien dispara a ciegas o por capricho,
Creyéndose dios.
Mientras se hurta, se miente y se acorrala al valiente, al que ama,
Al que confía, al sincero…. Vil mente perdemos la dignidad,
En manos de a quienes les ofrecemos un techo en nuestra vida,
O esperamos que se aprecie cuanto tenemos y compartimos generosamente.

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