Concuerdo con el silencio,
es un privilegio disfrutar de su calma,en días de prisa y angustia,
el reloj llama, incluso grita,
y fieles a su doctrina
desfilamos amaestrados a su insistente toque,
ya no regimos el día,
ya no somos individuos pensantes
solo siervos diligentes del minutero...
Y en jaulas nos arrinconamos
en la soledad de la ciudad,
donde ser muchos no es ser nada,
solo sombras de nuestro correr,
desconocidos a un metro de distancia,
con miradas perdidas y semblante apagado.
Reina la avaricia mientras la decencia se arrastra,
gana la mala vida que envicia los sentidos,
y uno trata la existencia
como un mero tramite consecuencia del impuesto,
de seguir vagando bajo sus riendas
de control e imposición...
así es nuestra impotencia.
Ovejas en un reino de corrupción,
la protesta el llanto incesante de bebe,
la suplica el chiste ingenuo,
la lucha la telenovela sin fin...
Formen sus filas,
tomen numero
y prepárense a saltar
por el barranco de la inmundicia,
donde los valores son sueños del pasado,
que albergan inconscientes y locos.
y si al fondo algo de luz los perturba,
no se asusten ni desesperen,
solo es el reflejo de un espejo olvidado,
de quien aún sabia, pensaba y levantaba,
aspirando, esperando y encontrando
senderos en las sombras.
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