martes, 18 de diciembre de 2012

SUEÑOS DE FANTASIA Y HEROISMO




No son horas decimos muchos, mientras alguno de nuestros pequeños sigue fascinado frente al televisor viendo unos dibujos con mucha aventura o en cambio, frente a un ordenador haciendo las delicias de un personaje interactivo con un sin fin de pruebas y entuertos a los que enfrentarse.

Los observamos en silencio, esperando que se acuerden que nosotros estamos aquí a su lado y no en la pantalla, la atracción por los colores es total para ellos, mientras nosotros poco a poco nos vemos aislados de su mundo.

Samuel es uno más de tantos que mira la pantalla y se siente parte de esa fantasía que han creado para su disfrute, desea que ese mundo de seres fantásticos y divertidos, incluso de grandes poderes y combates, sean reales, porque como piensan la mayoría no encontraran nada tan increíble a su alrededor como ese mundo de color y amistades animadas.

Samuel sueña con ser un corredor de bicis que es capaz de hacer increíbles acrobacias con la bici, mira la suya al balcón con el ansia y la satisfacción de que al día siguiente hará un ejercicio que acaba de ver a la tele y superara a sus amigos siendo la envidia de todos, su bici es su tesoro, tiene 8 años y ya piensa que de mayor se hará famoso con su bici.

Andrés es un niño como Samuel, ambos son vecinos, al primero no le gustan tanto las bicis, su ordenador es su mejor amigo, en el descubre nuevos mundos, nueva gente y aprende a realizar todo tipo de operaciones que algunos adultos desconocen, es hábil con la informática, pero su mayor afán son los juegos de guerrilleros en los que combate contra otros equipos y desea ser el mejor, mas que eso desea ser mayor y entrar al ejercito y luchar y viajar a lugares tan distintos a su hogar…. Su madre se ve sola y su papa ya no está, el no quiere verla llorar y quiere ser grande y fuerte como un soldado de los que maneja a su pantalla.

Son niños decimos los mayores, pero algunos olvidan que ser  niño es ir mas allá de la línea de seguridad y Samuel no ve el peligro, al día siguiente todos se llevaran una sorpresa piensa el niño.

Ya en el colegio Andrés observa sin mucho interés las explicaciones eufóricas de su amigo al patio sobre algo que va hacer con la bici, todos aplauden ansiosos por verlo, algunos en cambio se ríen diciendo que es muy infantil y que lo que a la tele hacen es imposible hacer a la vida, Samuel no los escucha, piensa lógicamente que son unos cobardicas y tienen envidia. En cambio Andrés piensa que otra vez va hacer el ridículo y no tiene ganas de estar, pero ya lo ha prometido.

Al salir todos corren con su merienda a tirar sus mochilas a sus camas o asientos y huyen a la calle con ganas de ver lo que su amigo va a mostrarles, una vez en el parque ven dar vueltas al niño con la bici por la zona de columpios, aún no han llegado los mas pequeños y sienten que el lugar es de ellos por unos minutos.

Al verlos llegar seguidos de Andrés que los sigue silencioso, se emociona y toma impulso a la vez que se lanza con todas sus fuerzas hacia el tobogán para escalarlo y saltar desde arriba cayendo en pie con la bici, hay que admitir que no es algo tan simple y en ese momento lo descubre el fantasioso Samuel, su bici se engancha con el bajo del tobogán y se frena en seco, el de cara sale despedido contra la plaza del tobogán y se golpe de lleno en el rostro quedando en una postura fortuita en el aire, luego cae sin moverse ni decir un ay…. Los amigos se asustan y gritan aterrados diciendo que esta muerto, Andrés corre a su lado y frena a un muchacho que pretende moverlo, sabe que no es aconsejable alzarlo si el golpe se lo ha dado en el cuello, pide que llaman a la policía que esta al otro lado del parque poniendo multas, mientras mira si respira pensando que no quiere tocar un cadáver, algo en su interior se remueve al recordar los personajes de sus juegos que morían y debía robarles la munición, el no quiere tocar un muerto ni ahora ni nunca, ya no quiere ser soldado que haga daño a otros ni ver a su amigo sangrando, pero su amigo sigue ahí sin abrir los ojos, lleno de sangre y sin moverse, se siente inútil sin poder hacer nada mas que mirarlo.

La mujer policía llega a su lado pidiendo un servicio de ambulancia a la vez que revisa el estado del niño, mientras que la enfermera y medica de la zona acuda urgentemente, varias madres sujetan a sus hijos alrededor, su madre no esta y piensa en correr a avisar que Samuel se ha hecho daño, la policía lo ve marchar sin mas, al llegar se encuentra a la madre sacando la basura antes de ir con ellos al parque, le cuenta lo de Samuel y dejando allí la bolsa corre con el niño al lado de su hijo, la ambulancia ya ha llegado y la policía al ver como los demás gritan que esa es la madre felicita al niño por correr tanto y no dejar que lo movieran, la policía se ha enterado de todo y Andrés se siente realmente importante, mientras se marchan al hospital, la doctora del consultorio se acerca a él y le da las gracias por no dejar que lo movieran y le cuenta que se pondrá bien si despierta pronto, no sabe si es así pero se siente feliz de haberlo echo bien.

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