miércoles, 25 de enero de 2023

MI TESORO

 

Tenerte en mis brazos fue el primer acto de amor sincero que descubrí tras perder a mi madre. La vida te arrebata una vida y te trae otra que llena tu mundo de mil colores.

Abrazarte y besarte fue como una adicción para mi corazón mientras tu sonrisa inundaba mis pupilas de luz y belleza. Cuando se ama, todo acto de afecto es un suspiro en el alma, toda muestra es insuficiente para un sentimiento tan fuerte.

Las risas fueron diarias en tu compañía, la alegría era parte de mi vida a tu lado, los comienzos son siempre hermosos cuando el amor es tan simple, con solo mirarnos era un todo. Caminar justos fue enriquecedor, alentador y lleno de esperanzas.

Los comienzos eran como una aventura, siempre había algo nuevo que descubrir a través de tu dichosa inocencia, tus ojos fueron un espejo del mundo en mi vida. Renacer a través de ti fue una bendición para este cascarón algo desquebrajado.

Se dice que uno nace, crece, envejece y muere… olvidan cuando uno renace al llegar una nueva vida a la tuya y desmonta todo lo que conoces. Te da una fortaleza inquebrantable, un ímpetu lleno de vigor, un fervor en el futuro por encima de todo.

La felicidad nunca la dio el dinero, sino el tiempo que compartíamos juntos, paseando, jugando, durmiendo o trasnochando. Era la libertad de ser sin necesidad de más. Verte feliz era mi mayor dicha, sentirte amado era mi mayor motivación y eso era nuestro globo lleno de felicidad en nuestra vida.

Nadie pronostica el futuro, puede uno planificar, soñar, aspirar, pero nada te prepara para los cambios que trae ser madre. Tampoco para ese nuevo crecimiento interior, emocional y fortaleza.

Nadie te prepara para ese momento de extenuación y éxtasis, de tenerte por primera vez en mis brazos, sentir tu vida entre mis manos, tu respirar en mi pecho, tu calor trémulo buscando el mío, la necesidad de protegerte, cuidarte y darte todo mi corazón.

Todos dan por sentado ser padres es maravilloso, pero ignoran todo el sacrificio necesario para dar felicidad a ese ser que depende de ti y amas con todo tu ser. El camino está lleno de rosas, espinas y piedras, el cómo uno camine sin detenerse es lo que marca la diferencia, tu punto de orgullo al superarte día a día.

Todo lo exponen hermoso a tus ojos, sencillo, natural…. Cuando en verdad, tienes miedo de no hacerlo bien, ver hermoso a ese ser que amas y todo lo demás sea insuficiente, que ves como para el resto parece fácil y tú lo ves como una montaña que escalar llena de inseguridades, que lo único natural es amarlo por encima de todo. A fin de cuentas, nadie dijo que fuera fácil, tampoco es cuestión de aparentar, todo son rosas.

Ver como crece, como evoluciona, como compartes un vínculo inquebrantable, verlo como un tesoro en tu vida, desear hacerlo feliz, verlo crecer con orgullo en un nuevo mundo fuera de su hogar, motivarlo a superarse y apoyarle, sabiendo tiene miedo, no soltándolo de la mano, hasta que él mismo no te necesite.

Creces de nuevo a su lado, aprendes día a día con ese ser que te llena el alma, como su mundo va cambiando y tú sigues ahí esperando seguir siendo su todo, sabiendo que un día cambiara cuanto creías sería eterno. Toda etapa trae cambios, para uno, para la convivencia, para la relación, todo cambia según la percepción de ambos.

Su círculo emocional crece, amigos, familia, profesores y compañeros de escuela, ya nada es como antes, pero tú sigues siendo su pilar, el centro de su vida, su lugar seguro y eso te reconforta.

Su pensamiento se amplía, comienza a razonar sobre su alrededor, sobre ti, sobre lo que tiene en su vida, a comparar con lo que otros le cuentan, a sentir o tiene poco, otros tienen más, que es distinto, a tener preguntas, miedos, rechazos…. Sigues ahí aportándole todo de ti, ya no te ve como antes, solo como la seguridad de que seguirás a su lado, duele, pero no te rindes, sigues ahí, el amor es así, no todo es felicidad, pero se sostiene con la fuerza del querer y la voluntad.

Pronto ve a otros como ese pilar que tú has sido siempre, te desecha, busca en otros el reflejo deseado como ejemplo a seguir, encuentra en otros el apoyo emocional que acondiciona una nueva etapa, donde el rechazo está a la orden del día, donde tú ya no eres suficiente, una molestia, pues ve en los demás la imagen de algo mejor, aunque sea algo efímero, pronto descubrirá las decepciones, las traiciones e incluso el rechazo.

Buscará nuevos amores, ser importante para alguien, sentirse amado de un modo especial, para él no es lo mismo tu amor, ya no lo valora, no siente la fuerza de tu querer, aspira a tanto que ya no reconoce tu sentir ni tu esfuerzo como válido.

Pero aun así lo miras, sigues viendo a ese recién nacido que lleno tu ser de amor, sus primeros pasos, sus primeras palabras…

Su mundo cambia, evoluciona, se altera y se aleja de ti, de tu vida, mientras todo en la tuya se rompe, sabes llego el momento de dejarlo ir, no luchas, pues reconoces, no puedes retenerlo, él ha comenzado a caminar hacia su futuro.

Miras alrededor, al castillo de su infancia, tu pasado a su lado y sientes, has tenido una vida completa a su lado, pero no sabes que hacer en tu futuro, piensas sobre cuanto no hiciste antes, cuanto te privaste, para darle lo mejor.

Miras al atardecer, aspirando el aire con esperanza y un deje de pesar, ahora es momento de tener nuevas metas, te dices, de ver mundo por tu cuenta, de ser libre y volar.

Lo miras en la distancia, sintiendo, hiciste cuanto pudiste para prepararlo para su futuro y suspiras, sabes lo amaras, ahora y siempre, cerca o lejos, te mire o te ignore, pues fue tu pequeño, tu tesoro.

No por no estar, el corazón muere, no por la ausencia se olvida, no por el silencio, tu alma calla, todo tiene un sentido, aunque se ignore cuál, solo la brisa del recuerdo te devuelve los años pasados con una sonrisa eterna.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hijos.....