Tus consejos son un fraude, no me interesa escucharte, cuando te acercas poniendo buena cara a darme alabanzas, solo para quedar bien… es muy bonito ser zalamero con público presente, pero ojo cuando no estoy presente y criticas hasta que pie calzo.
Seguiré en esta vida mi criterio, no el que otros quieran imponerme, me guiaré siguiendo la fe en mi buen proceder, sea malo o bueno mi camino, será mi elección, sin culpas ni remordimientos.
Cuanto crean al respecto caerá en saco roto, pues mi experiencia y mi intuición son mi guía, y mi dirección no la marca nadie más.
La familia es tan buena como el interés que los alimente, para muchos tanto tienes tanto vales, incluso eres bueno o malo según el propio interés. La buena familia está ahí en las buenas y en las malas, sin enterrarte en críticas.
Mis planes y proyectos, son mi futuro, mi tierra prometida, con esto indico que a nadie le importa ni a de juzgar, cada cual a lo suyo; a quien no le incumba mejor guarde silencio si no es de su agrado, pues la respuesta es sencilla, media vuelta y para tu casa.
Se comprende mi actitud o sea razón de rechazo, las cosas son simples a la hora de decidir y tener una filosofía de vida.
Los consejos de cariño que no vengan rompiendo ilusiones, no traspases a mi conciencia tu amargura y negatividad.
Que las promesas no sean falsas, para eso mejor no te involucres ni abras la boca, no necesito más zancadillas.
Que los buenos deseos no vengan con segundas intenciones, mi camino no es el de otros, no me cargues con lo que no me corresponde.
Que el cariño no sea interesado… cuantos han pecado de esa falsa amabilidad y luego han recibido ostias por no devolver un favor del modo que “exigen” los falsos.
Comprensible que mi interés se vuelva nulo y todo cuanto escuche y recibí de esos brazos que prometían y decían quererme, caigan a un saco roto, tal como corresponde, todo tiene su lugar al final.
Tener esperanzas y necesidad de ser apoyada no implica dejarse manipular y pisotear por quienes confiaste.