En un lado oculto a la realidad conocida, existe un mundo
alternativo, el alma felina posee mas de una cara, aquella que conocemos como
fieles seres de compañía, o rebeldes, huraños y ariscos al contacto humano…
Milenios atrás, asomaron a nuestra vida los gatos, en ciertas tierras se les
llama “Nekos”, eran hábiles y astutos cazando alimañas, se ignoro su
procedencia y adopto su compañía como un gran bien, según en que casos por
supuesto no siempre fue así, en cierta ocasión una mujer cuidó y protegió a una
de estas criaturas dando su vida por ese ser al que tanto estimó. En su ultimo
hálito de vida sus ojos quedaron fijos en dicho ser que la consolaba, su
espíritu se fundió en ese lado oculto con el del “Neko”, recibiendo así grandes
dones y una apariencia distinta mas gata que humana; guardando con rencor su
ultimo recuerdo, se lanzó en busca de su
asesino dándole muerte tras un estado de terror y tortura al que le sometió
antes de darle muerte, así como un gato juega con su presa, recibió como nombre
“Nekomusume”, dueña de la ira felina y la venganza. Tras ella llegaron otras
almas solitarias reencarnadas en sombras vengadoras que coexisten entre nuestro
mundo y el oculto, la sombra del mismo. Su maullido silencia a los grillos,
estremece a los perros y juega en los tejados cuidando de sus hermanos,
sintiendo tanto su esencia humana como la felina, protegiendo a los recién
nacidos como a sus nuevos congéneres. Nunca se ha de dañar a un gato posee un
alma protectora, jamás esperéis clemencia de una “Nekomusume” renació para
vengar y cuidar como en su vida pasada de sus estimados gatos, como madres e
hijas de su doble naturaleza. El ser humano que traspase esas reglas, será
desgarrado, perseguido, cazado, como a una vil rata hasta llevarla a la muerte,
su única salida seria el suicidio, pero hasta para eso son unos cobardes.
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