El agua caía sobre su cabeza, la ventana abierta me permitía
ver su estilizado cuerpo, de tersa piel y pechos llenos, cuyos pezones erectos
desafiaban la gravedad y mi auto control… cada noche sobre la misma hora ella se
desnudaba bajo la ventana del baño y se duchaba sin cerrar la ventana ni la
cortina de la ducha, era mi delirio, me cohibía decirle que me gustaba, quizás
mucho mas, pero en mi interior me decía que ella no miraría a otra mujer de la
misma manera que yo a escondidas. Pero ella rompió mis auto críticas esa noche, acercándose a la ventana y con un dedo
señalándome y llamándome en silencio, pillada fui en silencio hasta la puerta
de su casa, ella abrió la puerta desnuda, me tomo por sorpresa besándome y me
llevo dentro, en minutos las dos nos retorcíamos entregadas al encanto de esa
noche y el sentir… las palabras sobraban, nuestros labios seducían con locura y
pasión.
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