Disfrutó del obsequió con cierta paz en su interior, pues
sin duda el esfuerzo de la pelirroja significaba mucho para ella, era un
mensaje explicito de que estaba ahí, que la tuviera en cuenta, que pensaba en
ella mucho más de lo que permitió demostrarle en un pasado, luego le dio
vueltas al encuentro de la mañana, el como se sintió indefensa y a su vez
sumisa en sus brazos, en ningún momento se opuso, se entregó aceptando sus
atenciones y reconociendo que no podía contener la necesidad que la dominaba y
enarcedaba…
Luego tomó el lienzo y comenzó a trazar unas formas con
carboncillo, observó las flores que la rodeaban y sonrió con esa complacencia
que rara vez tomaba forma en una idea o detalle como en el que pensaba realizar
esa tarde, su madre trabajo en esos detalles para bautizos años atrás, esa
admiración por los bellos trabajos le servirían a ella para demostrarle a
Junaana una parte de su corazón.
Al lienzo cruzó sus rostros, una bailando como esa mañana al
lado de la otra tocando, cada una mirando a un extremo pero sus manos unidas a
sus espaldas, alrededor pétalos de colores formando los jardines, al terminar
de plasmar la idea al lienzo se sonrió todavía mas y así fue descubierta a la
sala rodeada de las flores y con el lienzo al las manos por Iman, que la
observaba en silencio y arrodillada a la puerta. La observo notando como bajaba
la mirada a su escrutinio, le sonrió y animó a acercarse y una vez la otra se
acercó lo suficiente para compartir el secreto de Shamsir comprendió la ilusión
de su señora, la mandó buscar sal, y polvos de colores, también que se enterara
si podía encontrar polvo de mármoles y otras piedras, de cuando tallan guarden
los restos, si era así que le trajera unos saquitos, al cabo de una hora volvió
radiante al lado de Shamsir, no solo le traía lo que le encomendó también hilos
de colores dorados y plateados para detalles al cabello y otros trazos, el
trabajo se volvía más interesante, impregnaron con la resina las partes del
lienzo que con un tubo fino que se colocaba a los labios y soplaba, sino lo
agitaba con suavidad como si sembrara sobre el mismo dibujo, poco a poco los
colores vivos en conjunto con algunos mas suaves fueron dando vida a la imagen
que ella retenía en su mente.
Durante horas se mantuvo distraída con el detalle, una vez
el centro de la imagen que eran ellas dos, estuvo terminado, instó a Iman a
acercarle los cuencos de la habitación vacíos y fuentes, incluso los de la
comida le sirvieron tras ser aseados, y comenzó a deshacer los capullos de
rosas y otras flores de color blanco, luego con el pincel rodeó las figuras
centrales del lienzo con la resina y sobre ella acomodó con delicadeza los pétalos
bancos, luego mientras se secaba acumularon mas pétalos de colores a los
cuencos, y empezaron a trazar un jardín en todo su esplendor en la zona
exterior del lienzo hasta llegar a los bordes, luego se dedicó con lo que trajo
Iman de la zona de costureras a detallar con mas belleza su trabajo, y una vez
lo terminó se dio cuenta que era alumbrada por unas velas y la luna ya lucia en
lo alto, había pasado toda la tarde tan
centrada a su ilusión que las horas pasaron sin darse cuenta, la cena llegó y seguía
apartada y olvidada hasta que ella despertó de su concentración, recordándole
que apenas comió en todo el día.
Se afanaron en recoger todo y asear sus dependencias, Iman
no hizo mas que recriminarla por no comer y recoger, le repetía de que ya se
ocupaba ella de esas tareas, pero Shamsir se negó a dejarle recoger todo a
solas, una vez se sentó a cenar se dio cuenta de una nota a su bandeja y la
leyó…
“Disfrutar juntas de los alimentos del cielo, que embarguen
vuestros sentidos de placer y la bendición de las estrellas os arropen” Asalah.
Shamsir no recordaba la conversación que mantuvo con la Dama
hasta justo ese instante, esa cena era un detalle de ella para las dos, así que
tras discutir con la misma Iman que insistía que ése no era su
lugar ni debía tener dicho honor, consiguió que se reuniera a su lado a
disfrutar de una cena suculenta que calentaron al brasero de la noche, entre
risas y bromas por la ocurrencia para tomar la comida calentada y no fría,
apreciaron el notable aderezo de sus platos. Shamsir tomó su plato fijándose
que la joven comía como un pajarito como si temiera tomar de mas, una vez termino
ella la otra también se retiró a lo que tuvo una idea…
-
Iman si novas a tomar más, devuelve la bandeja al
servicio de Asalah, temo que se pueda sentir ofendida por no terminar, pero no
soy capaz de comer ni un gramo más, si tu gustas de tomar algo más creo que ayudaría a no hacer pensar que no apreciamos su
detalle. Buenas noches Iman, que Alá vele tu sueño.
Tras esa indirecta se retiró a su lecho y la dejó sola
frente a la comida, se desnudó y recostó a la cama haciendo el suficiente ruido
para que Iman no desconfiara, justo entonces pudo escuchar el cubierto rozar en
un ritmo pausado y constante sobre el plato de cobre, teniendo la certeza de
que ella comía en privado y libre de cargas.
La noche fue fresca y pudo descansar sin más pesadillas, sus
sueños fueron por el contrario ardientes y lujuriosos al lado de Junaana viendo
sus ojos llenos de deseo y desesperación.
Junaana recibió justo antes del medio día una nota de
agradecimiento por las galletas, muy escueta e impersonal, lo cual la
decepcionó, pues deseaba haber leído alguna alabanza, a causa de ello le costo
concentrarse en su pintura y en su música, salió sin permiso a escuchar el Corán
ocultándose al fondo tras una de las cortinas de la sala, hasta que Celina
apareció a sus espaldas y la hizo sentar a su lado, una vez terminó la lectura
y dialogación sobre las palabras sagradas se retiró a sus aposentos dónde se le
comunicaba que era invitada a cenar en compañía de Asalah cuando cayera el sol.
Marchó a la hora en punto a la invitación, Asalah la invitó
en compañía de Celina y también de Azabache, la conversación vario muchas veces
a extremos insospechados, la tertulia realmente fue interesante para recibir
justo antes de retirarse a sus aposentos un perfume cada una de manos de
Celina, el aroma era intenso y confeso que era una mezcla de Sándalo y fresas,
que buscaba ver sus apreciaciones…
Para su juicio era fuerte y habría que usar en medidas muy
reducidas y controladas, acepto el consejo y se retiró agotada, el perfume lo
colocó junto con sus pertenencias personales, acostándose se preguntó sobre
ella y si dormiría bien incluso si habría pensado en el encuentro de esa mañana
tanto como ella, que no era capaz de dejar de revivirlo a su cabeza.
A la mañana siguiente antes del amanecer, Asalah paseaba por
los pasillos del harén mientras oraba, no prestaba mucha atención a las
intercesiones de los pasillos, por lo que tropezó con Iman, que corría
sosteniendo algo grande en sus manos y plano, tras recomponerse de golpe y
esperar a que la joven se levantara del suelo, la cuál se aseguraba de que lo
que llevaba en sus manos iba en buen estado, lo descubría con mucha delicadeza
y cuidado, hasta que quedó a la vista un lienzo manual precioso, enseguida se
intereso por la procedencia y la artista, mayor su sorpresa al enterarse de
quien había realizado esa impresionante creación, sus apreciaciones sobre la
joven le parecieron pocas en esos instantes, preguntándose que mas guardaría en
secreto….
Asalah acompañó a la joven Iman, la cual se sonrojaba y rehuía
su mirada directa, una sonrisa de complacencia asomó al rostro de Asalah
reconociendo el pudor ante el recuerdo de lo compartido al baño del Califa.
Llegaron enseguida a las habitaciones de Junaana, los guardias se impusieron en
un principio a la joven pero al ver que
la seguía la misma Dama, se separaron de la entrada con una reverencia sobre
las mismas, les concedieron el paso avisando con un toque a la doncella que
guardaba el salón interior, la joven se presentó algo confusa por lo temprano
que era, recibió en sus manos el lienzo, con el preaviso de que fuera
cuidado por su persona, pues era una
obra fuera de lo común, un detalle que debía entregarse a Junaana ese mismo
amanecer.
Tras dar las instrucciones Iman hizo amago de retirarse, sin
embargo la propia Asalah no se lo permitió, la observó largamente mientras la
convino a acompañarla, la mujer pensaba en Haala y su aversión reciente a todo
contacto, lo que hería profundamente a la mujer, lo único que llego a
comprender en esos días y guardó silencio es que la joven ya no la amaba, pero
por el contrario tampoco se lo comunicaba, le fataba valor o temia alguna
repercusión, eso en cierta manera le daba tristeza a Asalah, pues esperaba que
ella confiara mas en su persona, lo que en cambio descubrió al baño de Sharif,
fue un gran deseo por esa joven, pero bien sabia que pertenecía la lealtad y el
alma a Shamsir, pensaba en como alcanzar a que ella compartiera su tiempo a su
lado, con todo comprendía que era un imposible pues se podría confundir, como
que imponía su autoridad y poder sobre la joven, ciertamente era algo que le
desagradaba y ante todo que se tomaran ideas equivocadas sobre su proceder… la
observó titubear todo el trayecto, y justo cuando llegaban a las cercanías de
sus a aposentos ella intento retirarse bajando la mirada abochornada… eso le
concedió a Asalah ver una parte de sus pensamientos y le agradó sobremanera,
tanto que no pudo resistir la tentación de besarla dulcemente, ese gesto la
sobresalto permitiendo a la misma Asalah comprobar el como la afectaba su
presencia o cercanía… al instante siguiente Iman huía de su lado a la carrera….
La joven se sentía atemorizada y confusa, Asalah decidió dejarla estar unos días,
antes debía deshacer sus lazos con Haala sin romper su amistad y desestabilizar
las prioridades que ambas compartían,
era su mano derecha y su consejera
conjuntamente con Celina, la situación era sumamente delicada.
Luego tras una hora de leer informes, Asalah volvió a
considerar su situación con Haala, justo en ese instante ella apareció por la
puerta, se la notaba incomoda y muy poco segura de si debía o no estar allí
frente a ella, Asalah se acercó a ella, no la beso ni la trato como a una
amante, simplemente se puso frente a ella y la miró, su mirada la rehuyó, con
suavidad la tomó de los hombros la besó en la frente y la volvió de espaldas a
ella para empujarla alejándola, era lo único que se le ocurría, Asalah le
indicaba que fuera en paz, sin rencor ni preguntas… el acto difícil pero
emotivo fue suficiente para que la misma Haala se volviera como un vendaval y
se tirara a sus brazos llorando desconsoladamente, Asalah se quedó sin
palabras, la abrazó y consoló durante tanto tiempo que les sorprendió la hora
de comer cuando la campana sonó a todo el palacio avisando, Asalah esperó a que
la joven dejara su regazo y fuera capaz de recomponer sus gestos para que nadie
hiciera preguntas, así era ella, ocultando a todos su verdadero estado de
animo, excepto a ella, ella era la única capaz de mirar mas allá de su disfraz,
pudo ver su corazón y encontró tanto amor y tanta paz que desde entonces no
pudieron separarse, pero bien sabia que nada era eterno. Cuando se dio cuenta
de que la perdía, aun reconociendo desde siempre que podría llegar, sufrió y
lloró en silencio a la espera de que ese instante llegara, se preparó con toda
su conciencia para hacer lo mejor, solo sabia que ella tardó mucho más de lo
que creyó.
Ese día no fueron solicitadas las atenciones de Junaana y
Shamsir, el Califa decidió disfrutar de un día alejado del mundo, le reclamó su
orden de amputarle la lengua a Setar mientras el se mantuvo ausente, tras
recibir las explicaciones del ataque hacia su persona tras las amenazas se
deshizo en disculpas, incluso ordenó que se la compensara por el susto con las
telas mas hermosas del mercado, esa tarde llegarían para que ella eligiera de
las muestras las que mas gustara, pensó en dejarle elegir una de ellas a la
joven Iman tras su aviso a tiempo. También le reclamo ella al mismo Califa las
razones y orígenes de la joven, el hombre retiró su mirada y explicó que se sentía
responsable de lo sucedido, él la Eligio sin consultar si habían pretendientes
y sus deseos, también se alegraba de que ése hombre no la tuviera por el trato
que le habría dispensado, con todo lamentaba el no haberla hecho suya como fue
su deseo, pero que la conservaria al lado de sus mujeres como si fuera una de
ellas, Asalah le reclamó sus razones para ocultarselo y él guardó silencio,
finalmente ella marchó molesta de su presencia y él meditabundo por sus
reclamaciones.
En cambio el despertar de Juanaana fue un colapso de
emociones sin palabras, ella que se consideraba una artista que disfrutaba
pintando y retratando la belleza acaba de ser sorprendida con un lienzo hermoso
que significaba tanto en cada detalle…. Le era difícil decir con palabras todo
lo que encontró en esa escena, supo con solo mirarlo quien era su autora ya que
nadie mas tenia constancia de lo que ocurrió esa mañana entre ambas, al menos
esperaba que nadie mas lo supiera, pues quería guardarlo como un momento
especial y secreto de ellas dos a solas.
Justo después supo que esa mañana no se las requería a
presencia del Califa, que por ese dia estaban libres de su persona, así que empezó
a dar vueltas por su dormitorio mientras intentaba encontrar un modo de
compensar y sorprenderla, de atraerla a sus brazos y si Alá así lo quería exhalar
el último suspiro de la espera, declarándole sus sentimientos, no le era fácil,
tenia miedo todavía, pero ese lienzo le daba tanta fe y esperanza que le
renovaban las fuerzas por luchar y de alguna manera el valor de exponerse a su
mirada y criterio.
Pensó en las fresas, pero no para ella, también le dio vueltas
a las posibilidades con otras cremas pasteleras, mandó encargar de todo y también
pasas sultanas, luego comenzó a tirar su vestuario de un lado para otro, buscó
el lienzo que ella pinto de Shamsir y lo colocó a su alcoba, cuando recuperó la templanza y dejó de danzar
desesperada de un punto a otro de sus habitaciones comenzó a dar ordenes a su
eunuco de que trajera rosas blancas, todas las que pudiera, luego a su doncella
que recogiera todo y que prepara con exquisitez la sala de los espejos,
colindante a su habitación y que formaba parte de sus habitaciones a modo de seducción,
a ella le sirvió en mas de una ocasión para pintar con un par de velas gracias
al reflejo de las mismas y un candil ala parte superior…… luego se puso unas
prendas muy sugerentes para un baile que realizó al principio ante Sharif, se
le ocurrían un millar de ideas con solo vérselo puesto y sobretodo que hacer
con el mismo.
Al cabo de una hora todo apareció listo, y mandó a su eunuco
acompañar a su doncella para que invitaran a Shamsir a sus habitaciones y en
completo secreto, así lo hicieron de tal manera que en la misma capa que marchó Druha, Shamsir
llegó oculta a la vista del resto de criados y nadie podría sospechar que ella
abandonó sus aposentos, la orden de no ser molestada era vital, su mayor deseo
era dejar que lo que sentían se expresara con algo más que palabras…
Cuando se retiró la capa Junaana casi cae de rodillas, pues
ella vestía con un conjunto parecido en tonos marfil y dorados, resaltando mas
su piel y brillo, si en algun momento necesito motivación, desde luego ese era
la mejor que podía infundar valor…
Las dos esperaban el siguiente paso, ambas reconocían lo que
esa mañana iba a suceder, no podían describir como y quien, pero el contoneo de
sus cuerpos al acercarse y esquivar el roce mas leve, desvelaba el juego al que
sus deseos las sometían, Junaana era la anfitriona y tenia el poder sobre la
situación, se retiró lo suficiente para invitarla a pasar a la sala de los
espejos, seduciéndola con la vista, los aromas…. Después seria el gusto y el
tacto…
La guió entre los múltiples platos hasta colocarla en el
lugar predilecto, mantuvo el calor de su cuerpo próximo al de ella, influyendo
en su control, una vez la tuvo en el
lugar se retiró marcando unos pasos, que seguían el ritmo de una música que flotaba en el ambiente, la joven Shamsir
buscó a la persona que tocara melodía, no la halló, hasta que reparó en una
caja de música al lado de uno de los espejos abierta y sumergiendo con sus
notas los sentidos de la morena en el contoneo del cuerpo de Junaana.
La pelirroja bailaba y se contoneaba provocativamente usando
el pilar ornamental de la sala como apoyo u objeto de seducción para los ojos
inquisitivos de la morena, su boca yacía abierta y seca a los ojos de Junaana,
abrió sus piernas contra el pilar y dejó caer su cuerpo hacia atrás, colocando
con ese movimiento su rostro a la altura de ella, sus senos a la vista de sus
ojos y aprovechó para colocar una fresa en su boca antes de que supiera que
estaba haciendo, se alzó lentamente acentuando cada movimiento, alimentando el
deseo de ambas, hostigando la desesperación de Shamsir, rodeó el pilar prodigándole
caricias incitadoras y muestras de los pensamientos que mantenía atados y
mostraba para deleitarla, se deslizó
tras una mirada furtiva por el suelo como una gata en celo para robarle
un beso.
Shamsir dejó su posición sumisa y la besó con furia y
desesperación, se alzó dejando sonar un blandir de metal a su espalda, que
ignoró deliberadamente, no cesó en su beso tras atrapar el rostro de Junaana
con sus manos, la arrastró hasta el
pilar rozando con sus propios senos los de ella, su deseo era tenerla postrada ante sí, dejar
de ser la victima bajo la iniciativa de la pelirroja, de su espalda sacó unos
grilletes que la pelirroja no alcanzó a ver al ser dominada por los labios de
Shamsir que la devoraba insaciablemente, mientras acariciaba sus brazos que
levantó para mantener sujetos con un brazo, en algún momento colocó un
brazalete a su muñeca, Junaana intentó mirar, la morena no se lo permitió, un
tirón brusco de la muñeca la alerto de que algo no era normal, alzó la vista
justo para ver como otro brazalete era cerrado sobre su otra muñeca, intentó estirar de los mismos averiguando
algo que intuyo justo un segundo antes, esos brazaletes no eran lo que pensó en
un principio, la había encadenado al pilar con unos grilletes, como a una
esclava. Fijó su mirada en la de Shamsir temiendo sus intenciones, la de la
morena era una mascara de calma y control sobre la suya de inseguridad y temor,
de alguna manera el deseo seguía palpitando en su cuerpo, ascendía desde su
bajo vientre hacia sus senos, que se endurecían bajo la atenta mirada de ella,
mientras eran rozados con unos dedos suaves, oscilaban insinuantes sin tomar
definitivamente sus pezones ni estimularlos, los dedos fueron rozando siguiendo
la tela del sostén que los tapaba para luego ser retirado con suavidad, dejando
al descubierto dos melocotones con punzantes pezones ansiosos por mas atención…
Shamsir estaba disfrutando con la situación, ahora la tenia
a su merced, deseaba desvelar los
secretos ocultos de su cuerpo y deleitarse con la mismo, disfrutar como de un
manjar del mismo, hacerla sufrir de desesperación y arrebatarle el poder de ser
ella la que dominaba su deseo cada vez que la tocaba, tenia decidido cambiar
las tornas de la situación, ahora ella mandaba y decidía, casi pierde su
determinación al verla bailar mientras sus ojos eran abordados por el contoneo
de su cuerpo y la imagen del mismo en los espejos desde varios puntos, pero
justo a tiempo recuperó su voluntad para volver la situaron del revés, estando
ahora todo a su favor, incluso lo que ella tuviera planeado.
Tomó entre sus dedos un pétalo de rosa y con él acarició la
planta de los pies desnudos de Junaana, ésta pataleo por el contacto, e intentó
retirar los pies, el miedo de Junaana se calmó tras el primer contacto de
Shamsir, intuyó que pretendía, lo que ignoraba era si sus intenciones concebían
daño o sólo caricias...
Shamsir fue acarician el cuerpo de la pelirroja con el pétalo
a la vez que con su mirada la quemaba, primero sus piernas fueron el objeto de
sus atenciones, conforme ascendió ignoro la cara interna de sus muslos,
regodeándose en el vientre, realizó círculos sobre su ombligo mientras sus
miradas furtivas se regodeaban en sus senos, los cuáles ya mostraban el efecto
que le producía su juego. Evitó llegar a sus senos y contuvo su excitación,
Junaana tenia problemas para contener su respiración y estarse quieta, en algún
momento le arrancó un jadeo, pero si algo tenia claro es que no había
terminado.
Desechando el pétalo de sus dedos tomó una fresa y mirándola
a los ojos la mordió con lentitud, dejando entre sus dedos la mitad de la fruta
realizó el mismo recorrido que con el
pétalo, esta vez si subió a sus senos regodeándose en ellos con la fresa y
dejando por todo su cuerpo un sendero del jugo que ésta perdía, luego
recuperando la atención de Junaana en sus labios, terminó la fresa dejando en
sus labios gotear el jugo dulzón, la pelirroja se relamió desesperada y justo
entonces Shamsir se apropió de sus labios, besándolos sin prisa, consintiendo
que ella saboreara el gusto de la fruta en su propia boca y ahogara parte de su
necesidad en sus labios.
En el instante que Junaana alzó sus caderas contra las de
Shamsir, ésta se separó de inmediato para seguir con su juego…
Descendió de nuevo a sus pies y mantuvo por unos segundos su
mirada sujeta a la de ella, despacio sacó su lengua y le rozó la planta del pie
con la punta, a Junaana se le abrieron los ojos de la impresión, aprovechó para
introducir uno por uno cada uno de los dedos del pie izquierdo en su boca,
luego comenzó a recorrer el camino marcado, sin prisa y siempre marcándola con
sus labios buscando sus gemidos tras sus estremecimientos, augurando su
desesperación y descontrol, marcando unos limites invisibles en su piel… subió
hasta sus muslos y allí se entretuvo soplando en su bello, tuvo que sujetarla
para que no alzara sus caderas buscando más, pero su intento le agradó,
continuo por su vientre, introduciendo su lengua en su ombligo, para luego
subir hasta sus senos donde dejó la calma y dio rienda suelta a su control, se
alimentó de sus pezones escuchando sus inspiraciones, gemidos y jadeos,
sintiendo como se llenaba de dicha, al cabo de unos minutos dejó que intentara
aliviarse meciendo sus caderas, para ella si que fue un castigo, pero no estaba
dispuesta a dejárselo entrever….
Cuando su ritmo comenzó a cambiar se retiró, se alejó y la
miró desde la distancia, la frustración la consumía, y una cólera amarga se
comenzaba a reflejar en sus ojos… la dejó así hasta que intento alcanzarla con
los pies y le ordenó que la liberara, justo entonces ella dejó ir sus propias
manos a su espalda y se desató la parte superior del conjunto, liberando sus
senos a la mirada de Junaana, volvía a estar desconcertada, pero justo eso consiguió
que se calmara, se acercó a las bandejas de cremas dulces, se sentó con las
piernas extendidas dejando ver su reflejo a los espejos, esta parte le parecía
sumamente interesante, hacerla sufrir sin ni siquiera tocarla, se preguntaba si
le suplicaría…
La observó con atención mientras decidía con que crema
comenzar, tomó con su mano izquierda un cuenco de crema blanca, introdujo un
dedo y luego se lo paso por la lengua dejando una línea del mejunje, supo que
era nata, volvió a pasar la mano por el cuenco tomando con sus dedos una
cantidad generosa en ellos, esta vez no la dirigió a su boca, sino a su cuerpo,
comenzó por sus rodillas, lentamente fue realizando dibujos blancos sobre su
piel morena, ascendió poco a poco hacia arriba, conforme se le acababa la crema
volvía a por mas, mientras Junaana se relamía y se la comía con la mirada,
gemía según en que zonas se entretenía más, una vez la nata se terminó tomó
otro cuenco, volvió a meter el dedo y saborearlo, vainilla, sobre la pierna
izquierda comenzó su recorrido, al igual que antes su limite seria sus senos, una vez se termino la vainilla tomó otro
tarro, en este había una crema que estaba mezclada con trocitos de pasas, al
probarla descubrió que estaba deliciosa, no sabia decir que era, jamás la había
probado, con ella se embadurno el cuello y el torso hasta llegar a su bajo
vientre… mientras la pelirroja sudaba
profusamente, gemía y estiraba de los grilletes en un vano intento de soltarse,
Shamsir la observó sabiendo que había llegado el momento, de dejarla probar lo
que tanto ansiaba, al estar al lado de su cuerpo solo tuvo que tomar la prenda
de que antes se quitó y de su forro sacar la llave, la mirada de Junaana ardía,
le soltó un grillete, casi se abalanzó contra sus labios, primero la sujetó de
sus cabellos y comenzó a besarla con rabia y necesidad, una vez volvió su
mirada a su cuerpo, deleitándose con el juego que había sufrido, una sonrisa
lasciva asomó a sus labios con su mirada picara y sensual… mientras aprovechó
Shamsir para terminar de quitarle el otro grillete.
La boca de la pelirroja se lanzó voraz a su piel, la lengua
pasó por cada trozo en el que antes fue colorido con las cremas, Shamsir
temblaba bajo el contacto de su lengua, ésta la abrasaba y a su vez su sexo ardía
mucho más por la espera a la que lo sometía.
Shamsir iba perdiendo el control poco a poco en contra de su
decisión de permanecer imperturbable, sus ojos se deleitaban con las escenas
del cuerpo desnudo de Junaana a los espejos, ya que la pelirroja una vez recorrió el colage de su cuerpo la abandonó a
la espera para levantarse y ante ella ir quitándose la parte inferior que le
quedaba a su cuerpo, cierto que ella abrió anteriormente el cierre del tobillo,
dejando libre sus piernas a su vista y contacto pues el pantalón era recorrido
por la parte interior por una raja, asi quedaba como una falda, un conjunto muy
insinuante e imaginativo… esa parte fue desechada para dejar a la vista una
braguitas cubiertas de perlas, se paseo con ellas buscando unas copas y llenándolas
de un licor casi traslucido, volvió a su lado en completo silencio, las copas a
medio llenar temblaban en sus manos perceptiblemente, casi derraman su
contenido sobre Shamsir cuando llegó a su lado y observó como la misma bajo su
mirada se retiraba la prenda inferior, a diferencia de ella no llevaba ninguna
prenda interior, dejando a su vista el vello púdico oscuro y rizado en la unión
de sus muslos….
Shamsir disfruto de la debilidad de Junaana ante la visión
de su cuerpo desnudo, le arrebató las copas dejándolas a un lado se levantó del
todo y se colocó frente a ella casi rozándola con sus senos, pero a su vez
evitando que llegara ese contacto, su mirada fija en la de ella, atadas por ese
lazo espiritual, permitiendo ver lo que en su interior guardaban, más que el
deseo, más que la lujuria, más que la simpatía u el afecto, era algo que lo
llenaba todo y a su vez podría destruir
todo sino se comprendía…. Amor.
Sin embargo no era suficiente percibir en el lago de
emociones lo que la otra transmitía, debían liberar cada una de ellas sus
secretos, debían declararse, construir su torre en ese bosque tan inusitado de
color, luz, placer…
La mano derecha de Junaana se alzo tomando de nuevo como en
otras ocasiones la barbilla de Shamsir, alzó su rostro y en esa vez sus ojos se
posaron en los labios de ella, su lengua rozo sus propios labios conteniendo
todo lo que deseaba transmitir en un beso, pero no era ese gesto el adecuado,
en su interior sabia que debía sacar valor y dejar de temer por sus actos
pasados, soñando nunca llegaría a un futuro, temiendo nunca daría los pasos.
Volvió a centrar su mirada en la de ella, y se ahogó en ese bosque espeso de
puro sentimiento que sintió al perderse en sus ojos, un “Te quiero” escapó de
los labios de Shamsir, tímido, con una voz pastosa y contenida, sorprendida
quiso responderle, le fue imposible pues su rostro era recorrido por sus
lágrimas, desde que la vio le embargó ese sentimiento, y desde que la descubrió
a las termas poseyendo a Setar deseó que nunca fuera de nadie más, que no amara
a nadie, que todo siguiera siendo solo un sueño, deseo no verla a amar a nadie
ya que ella sufría por ese motivo en silencio. La beso con toda su alma,
derramó en sus labios tantos sentimientos guardados, y lloró abrazándola, hasta
que no fue capaz de derramar mas lagrimas y todo lo que en su interior la
estuvo martirizando la dejó desnuda y libre de temores.
Shamsir en un principio se asustó, al ser abrazada percibió
una dicha en su cuerpo en su modo de sujetarla que la correspondió manteniéndola
pegada a si, temió que sus sentimientos la hubieran echo desdichada, finalmente
comprendió su equivocación y la embargó una felicidad que la hizo sentir ligera
y volátil a las emociones de Junaana, ignoró si era de felicidad, si era del
miedo que tuvo, pero también terminó llorando en sus brazos, hasta que Junaana
con la voz gangosa y ahogada le correspondió con un “te quiero” glorioso, tanto
que Shamsir la alzó del suelo y la hizo girar en su abrazo por la sala, hasta
que cayeron sobre los cojines las dos juntas y riendo felices.
Los besos llegaron después, tímidos y sin ansias, con la
dulzura que a las dos llenaba, esa dulzura fue dando paso a algo menos tierno,
pero más fogoso, sus caricias se extendieron por el cuerpo de ambas, no era una
guerra de deseo, sino pura entrega armonizada, compartían palabras de cariño,
de amor, de deseo e incluso desesperación, pues todavía ardían en la lava de la
excitación provocada, dejándose fundir ambos cuerpos en el baile continuo,
primero suavemente ambas vulvas se acariciaban mientras ellas se miraban a los
ojos, las manos de Shamsir tomó las caderas de la pelirroja y la apretó contra
si, presionando con ímpetu e impulsándose con rudeza, deseaba llenarla con su
cuerpo sin dejar de admirar sus ojos, Junaana se abrió poco a poco a ella dejándola
tomar la iniciativa, gemía su nombre motivándola a poseerla con mas
desesperación, sus manos volaron a su vello, lo acarició hasta que sus dedos
dieron con la piel de su sexo y ahí humedeció las yemas de sus dedos antes de
dar con ellos mas presión en el corazón de su cuerpo, Junaana se deshizo en
gemidos, jaleos y su cuerpo se agitaba con fuerza, las manos de ella se
sujetaba a su espalda , intentaba esconder su rostro en el hueco de su cuello,
e introdujo dos de sus dedos en su interior, el calor de su cuerpo era
abrasador y húmedo, tanto que la volvió loca y su cuerpo buscaba con mas ansia
y fuerza el contacto con el de ella, su manó dejó la delicadeza y la poseyó sin
pausa, el cuerpo de ella la respondía con fiereza y finalmente ambas se
perdieron en el placer extasiado, culminando juntas el clímax…. No les quedaba
aliento ni fuerzas para hablar, se abrazaron y cerraron los ojos felices.
Celina intentó antes del medio día tener una conversación
con Junaana, para su sorpresa se le impidió el paso, incluso la doncella se mantenía
ausente a las cocinas, se acercó para saber si pudiera ayudar en caso de que
estuviera indispuesta, pero al notar lo retraída que la joven estaba y el
cambió de color en su rostro mas la mirada esquiva, supo las razones que recluían
a la misma Junaana y puede que a Shamsir, para confirmarlo marchó a averiguarlo
dejando al servicio de la cocina desconcertado, pasó por los pasillos hasta
encontrarse con Asalah que paseaba algo demacrada por uno de ellos, se detuvo
preocupada, y se retiraron casi sin mediar palabra a una terraza que daba al
horizonte, allí Asalah le comunico su ruptura, asombrada Celina le pidió
explicaciones, su sorpresa aumento al enterarse que ya hacia un tiempo que su
hermana se preparaba para ese día, que lo ocultó para que nadie interviniera
hasta que ocurriera, ése día aciago para ella era luminoso para otras, pensó
para si Celina, la abrazó aun cuando su hermana recibió el gesto con
reticencia, así era la mujer siempre fuerte intentando que nadie la viera débil
cuando se derrumbaba, una luchadora fiel a su doctrina, mantenerse siempre en
pie y con la mirada al frente sin permitir cargar culpa por nada, sólo la
tristeza.
Finalmente decidió que alguna alegría tendría que llevarse
ese día, que si durante tantos días conllevo la tristeza interior, puede que
las pequeñas alegrías sembraran un jardín de felicidad en su vida, justo
entonces paso por donde se hallaban Iman, y pudo percibir como la mirada de su
hermana se iluminaba, la suspicacia le hizo fijarse más y comprobó como la seguía
con la mirada, no todo era tristeza en su interior pensó Celina dejando pasar a
su interior el alivio y regocijo, salió al pasillo y llamó a la joven ante la
sorpresa de su hermana, la mandó seguir y la joven así lo hizo, al llegar a su
improvisado lugar de reunión…
-
Bien hallada Iman, perdona que molestemos tus tareas u
ordenes, pero nos dirigíamos a visitar a tu señora y me gustaría saber si esta
visible.
-
Lamento informaron que no será posible ninguna visita
por hoy.
-
No entiendo Iman, ¿se encuentra bien de salud Shamsir?
-
Sí, al menos cuando marchó.
-
¿a dónde?
La joven bajó su rostro y guardó silencio, Celina volvió a
insistir recibiendo el mismo silencio.
Asalah que las observaba se interpuso entre ambas, observó
con detenimiento a la joven y con sus manos alzó su rostro directamente al
suyo, clavó su mirada en la de ella, dubitativa.
-¿Dónde encontraré a Shamsir?
- Recibió una invitación y
marchó.
- ¿De quién?
-
Junaana
-
Comprendo, puedes ir en paz y no sufras no tengo nada
que tomar en contra, esperaba que algo asi sucediera…
-
Que la paz de Ala viva en vuestros corazones.
-
Y en el tuyo Iman.
La joven se retiró sin volverse, Celina la percibió
reticente con ella pero con su hermana incomoda y sumisa a su vez, algo le decía
que no sabia todo, que iba a recibir nuevos descubrimientos.
Dejando ese asunto en el aire se centró sobre la situación
de Haala, bien sabia que lo que ambas habían compartido superaba con creces
cualquier relación, era de las pocas que consideraba perdurad era por la gran
entrega de ambas, sospechó que pudiera haber una tercera persona para la ex de
Asalah y se propuso averiguarlo, no por recriminar para asegurarse de evitar
ataques celosos o una sorpresa desagradable.
Al volverse hacia su hermana la encontró con la mirada
perdida en el suelo bellamente adornado con cerámica artesana, los colores
azules y blancos predominaban al patrón del dibujo estrellado, con remaches
granates. La tomó del brazo y decidió llevarla consigo a las habitaciones de
Junaana, a dar una sorpresa a las dos amantes que tantos quebraderos de cabeza
les habían ocasionado y asi animarla un poco, el desconcierto que le veía en el
semblante no era poco, esperaba ayudarla a despejarse del trauma de la ruptura.
Caminaron con pausa por los pasillos, azabache las alcanzó y
saludo en el camino que llevaba a la biblioteca, se la percibía más feliz,
Celina sonrió astutamente, pues se había ocupado de que se incluyeran algunos
tomos nuevos a la biblioteca, tomos que ella conocía de su país de origen,
también conversó con otras jóvenes del harén y tomó nota de otras obras
literarias que pudieran buscar al mercado libre y halló una tercera parte de lo
que aspiraba, con sólo ése logro consiguió hacer feliz a azabache, y verla sonrió
le causó gran placer. Asalah la observaba regocijándose en el rostro risueño de
Celina, la tomó de la mano y la hizo detenerse.
-
Diría que ambas estamos comenzando un nuevo camino, que
las dos vivimos nuevas ilusiones y nos tienen fascinadas las jóvenes, pero en
ti veo mucho más de lo que hasta el día de hoy pude apreciarte con Setar, se te
ve dichosa en verdad hermana.
-
Lo soy.
-
He de confesarte que cuando perdí la esperanza y comprendí
que la perdía dejé de luchar, pero justo hace unos días….
-
Te ha despertado el alma y las ganas de vivir Iman,
¿cierto?
-
Así es, pero todavía no conoces la autentica historia
de la joven, y te la recitare delante de su dueña que es la única aparte de mi
que conoce la situación real de ella, aparte de Sharif.
-
Vayamos entonces que ya muero de curiosidad.
Al llegar los guardias dudaron de que formalidad tomar,
ambas esposas ante ellos, la autoridad suprema en ésa área del palacete, se
arrodillaron y disculparon por impedirles el paso, Asalah los ignoró y les
avisó que no osaran detenerla, Celina esperó fuera y envió a uno de ellos a por
Iman, el mismo guardia dudó, pero le indicó la dirección que tomó la sierva de
Shamsir y corrió en la misma, una vez marchó pidió en donde sentarse y esperar
y el guardia le concedió el asiento de la entrada para que la demora no se le
hiciera eterna conversaron de las etapas de la luna hasta que una
resplandeciente Asalah asomó buscándola.
Asalah entró con toda su autoridad, se dirigió al dormitorio
al comprobar que la sala estaba vacía e impoluta, allí todo era una replica de
la misma sala, con la diferencia que frente a su lecho yacía apoyado sobre el
mueble el lienzo que realizó Shamsir, a su lado uno de la misma morena con
trazos suaves que mostraba la timidez oculta de la joven, no pudo por menos que
sonreír. Volviendo a salir a la sala se dirigió al fondo a una sala oculta
llena de espejos que sólo ella y Celina conocían pues allí se arreglaron para
tomar los votos matrimoniales con Sharif y así formalizando la estabilidad a su
vida y a su harén. La escena con la que se encontró le pareció sumamente
interesante, ambas desnudas, con pétalos por su piel restos de algo mas sobre
Shamsir, dormían pero a su vez sonreían, al fondo encontró los grilletes
rodeando todavía la columna, eso le creó diversas preguntas, se arrodillo al
lado de Junaana y le rozó la frente, la joven abrió los ojos algo deslumbrada,
comprobando que Shamsir dormía alzó la vista encontrándose con la de Asalah, no
hubo mejor manera de sentirse pudorosa y comenzar mas que a cubrir su cuerpo el
de su amante, Asalah rió por el gesto inconsciente de la pelirroja, le indicó
que las esperaban a la sala y a las dos, se volvió dejándola con Shamsir que se
había despertado por el movimiento brusco de cubrirla y comprendió que no estaban
solas al escuchar la voz dulce de Asalah.
Celina y su hermana se acomodaron a la sala, llegó Iman a la
que pidió que marchara a por la doncella de Junaana y portara consigo prendas
adecuadas para su señora, presta corrió a cubrir con lo demandado.
Ambas amantes, se arreglaron con lo que tenían a la sala de
espejos, se presentaron así ante las esposas, la situación se tornaba más
incomoda para ellas y divertida para las esposas, Asalah le concedió a junaana
que se cambiara y mientras alzó a capa con la que llegó Shamsir y se la colocó
a los hombros, mientras le susurro una bienvenida al oído.
Shamsir se sonrojó visiblemente devolviéndole la sonrisa a
Asalah, Celina pendiente de todo disfrutó de la escena y la alegría con la que recibía a la joven su
hermana, mientras escuchó como llegaba casi sin aliento Iman y disfrutó mas de
ver la urgencia por vestirse de Shamsir y el como se derretía la mirada de su
hermana ante la presencia de la joven sierva.
Asalah se volvió a sentar a su lado, al cabo de unos minutos
volvieron las dos ya presentables, Asalah aludió en broma que tenían mejor
apariencia cuando dormían, y ahora disfrutaron más del sonrojo de las dos y las
miradas asesinas de Junaana, justo entonces apareció Druha, Celina le encomendó
que fuera a las cocinas a por dulces, pastas y té, que fuera a la suya pues tenían
de todo lo preciso, la joven apenas recibió el encargo marcho y se quedaron
solas con Iman para atenderlas, aunque la misma Asalah tenia otro tipo de idea
al respecto.
-
Iman, ruego que te acerques a nosotras, ponte al lado
de tu señora si lo prefieres, por favor.
-
Asalah esta actitud es improcedente, bien sabes que el
lugar de una doncella o sierva no es el privilegio de formar parte del circulo
y reuniones de las miembros del harén, sino no habría distinciones.
-
Déjala Junaana, Iman no es una mera sierva, ella
ocultaba una verdad de su lugar y procedencia, o mejor que decir de cómo llego
a nosotras.
-
Estas segura Shamsir.
-
Del todo.
-
Escuchadme, es mi deseo dar mis felicitaciones por lo
que al fin ha comenzado entre ambas, también conocer en que términos, pero soy
feliz de que al fina hayáis encontrado vuestro modo de ser felices entre estas
paredes.
-
Asalah…. Apenas hemos tenido ocasión de hablar…. Al
menos de lo que tu estas pensando, pero yo… quiero que este a mi lado, si ella
quiere claro, mi mayor deseo es que sea mi pareja, mi mujer.
-
Ya era hora que tuvieras valor de decirle esas
palabras, nos has tenido mucho tiempo preocupada, pero he de admitir que nos
has regalado muchos regocijos estos días, el primero fue tu ofrecimiento a ser
su tutora y protectora el día que me vi obligada a citarla a mi presencia.
-
Era tu la que me mandaba dulces, antes de saber nada y
yo pensando que era el mismo Califa, y quien evitó que mi destino llegara a ser
expulsada…
-
No tanto, yo fui testigo de lo ocurrido para con Setar
y también Azabache, hay otro modo de llegar a la biblioteca desde el salón de
las esposas y lo usé para mirar, sospechaba que tendrías mas problemas…. Setar
nunca fue trigo limpio, nunca lo anuncié ni la delate por lealtad y aprecio a
Celina, fue ella quien intentó quitarme del medio, con aquel veneno.
-
Tanto daño ha causado y yo ciega por su belleza.
-
Hermana, más vale tarde que nunca.
-
Junaana, ¿estas segura de lo que deseas de mí?, por que
no quiero dudas, ni que temas en un futuro por mis actos…
-
Segura Shamsir, ya te dije que sentía….
-
Bueno Junaana, quizás tengas inconveniente en
aclararnos a nosotras ante ella que sientes por ella, pero es algo que si me gustaría
escuchar con toda mi alma.
-
Si me hacéis esto os reclamare el mismo pacto por
vuestra parte.
La mirada de Asalah brillo ante el reto, disfrutando ante la
situación y la posibilidad de que se hiciera realidad, disfrutaría viendo el
reflejo de esa emoción que ellas compartían al rostro de Iman… pero quien
sabe…..
-
bueno puede que algún día yo pase por un momento bien
parecido al vuestro, os he de confesar algo ya que me retaste, Haala y yo hemos
terminado definitivamente hoy, hace ya un tiempo que lo nuestro llegaba a su
final, así que no padezcáis era algo que yo misma esperaba, y puede que en un
futuro halle la bendición de Alá en todo su esplendor, solo si esa persona me
aceptase.
-
Lo dices como si esa persona no te fuera a considerar
una opción.
-
Posiblemente así lo considere, es leal y orgullosa, también valerosa…
-
Hermana estas desvelando más de lo que te conviene.
-
Puede….
-
Bueno, Junaana que sientes por Shamsir…
-
La… la amo….
-
Shamsir, que piensas de los sentimientos de Junaana
-
Que el sol al fin brilla en sus palabras, que la fe a
sido correspondida, que la voz del corazón se ha liberado, y que el mío le
corresponde desde hace lunas….
-
Desde luego esta muchacha tiene el don de la palabra.
-
Corazón de poeta diría yo Celina.
La mirada de ambas prendadas en sus palabras quedaron unidas
en el silencio de todas las presentes, no había mayor unión que ésa ante
testigos, pero una era divina la de sus
miradas, esa mirada que todo lo dice sin la melodía de la voz ni el
pensamiento, solo habla el corazón y el alma a través de los ojos desvelando
los secretos de su existencia.
-
Que Alá os bendiga, que el cielo abra sus puertas a
esta nueva unión y que todas nos regocijemos en este nuevo día de felicidad, en
mi nombre y el de todas las presentes tenéis mi bendición de todo corazón.
-
Os agradezco todas vuestras atenciones y privilegios
señora.
-
No hay por que, Asalah guardara el bienestar de este
lugar, yo supliré otras desavenencias, en verdad yo soy la sanadora del Califa
y vuestra, soy la autentica propietaria del gran jardín en dónde os atacaron,
lo hice crear bajo la supervisión de
Sharif tras salvarle la vida con uno de mis antídotos, la hermana de Asalah al
exterior por despecho lo quiso matar, ya que Asalah no es la primogénita sino
la segunda, su hermana esperaba ocupar su lugar pero no contó con lo peculiar
de nuestro señor, ha de mostrar prueba de cada virtud que toma para declararse
dueño de sus mujeres y no le muestres ofertas y así no hacerse el ofendido,
Simae quiso impedir esa noche a casa de sus padres, no contó con que yo ya
estaba a su servicio, a la espera de reunirnos con mi familia para cumplir con
los votos y la noche de bodas…. Soy un legado por parte del hermano de Sharif,
se me educo para cuidar de su seguridad en esos menesteres, por orden del
difunto hermano Mohamed, desde ese día estuvimos juntas, así que ya veis que
nuestra historia es larga y nuestros deberes para con vosotras y el Califa también,
vosotras sois como sus aves cantoras que le otorgan alegría y paz, os estamos
agradecidas a las dos, sus ánimos han mejorado muchos con vuestras habilidades.
-
Entonces el siempre supo de nuestra diferencia con el
resto de mujeres.
-
Si.
-
No comprendo.
-
El es la igual que nosotras distinto al resto de
hombres, pero precisa mantener su hombría y le agrada la belleza, sois bellas
pero a su vez tenéis talentos, al viajar os descubrió y si busca mujeres no es
para poseerlas aunque no lo parezca, le gusta protegernos de un destino que no
desea para si mismo, también le permite el guardar su imagen y que nosotras
tengamos nuestra vida privada sin ser repudiadas y a su vez sin ser infelices
como en otros harenes cuyo señores no satisface ni se ocupa de sus mujeres
adecuadamente. Depende de nosotras su bienestar y el propio, como comprenderéis.
-
Inaudito, nunca lo hubiera pensado de no percatarme
hace unos días, pero con respecto a nuestra situación es algo suena
impresionante.
-
Así es, esa es la razón de que le apreciemos tanto
nosotras, cierto que le concedimos de buen grado su descendencia, pero dado la
vida que nos ha dado y la libertad y lo poco que nos pide, considero que es una
alegría para nosotras ser madres, también que es lo único que le podemos
conceder que le haga realmente feliz.
-
En sus viajes encontró una joven maravillosa, alguien
poco común y que fue bien hallada y comprometida para formar parte de este
harén, su suerte fue truncada por un desagradable suceso del destino y los
celos masculinos de un pretendiente despechado, sufrió en el mismo día la
muerte de su madre ante sus ojos y la deshonra de su piel en publico, nuestro
señor tomó justicia ante la ley de posesión le otorgó un lugar y protección a
su servicio en vez rechazarla por su
perdida de valor, y aunque hace poco que descubrí la verdad, me siento honrada
y afortunada de que llegara a esta casa, solo me decepciona que no me
informaran de ella en su debido momento, Imán estuvo a punto de formar parte
del harén hace un año, y desde hoy deseo que se la considere entre nosotras una
hermana más.
-
Asalah estas segura de su procedencia.
-
Me la confirmo el mismo Sharif.
-
Por Ala, levántate Iman y deja que te mire.
La joven mas incomoda todavía se levantó reticente, le
disgustaba ser el centro de atención, Shamsir la tomó de la mano y le dio
ánimos, la volvió y le retiró el uniforme del harén dejando a la vista lar
marcas rojas de su piel melocotón, la respiración de Celina y Junaana fue
contenida, las lagrimas de Iman conmovieron mas a Asalah, la que rodeó a todas
y la abrazó, la joven correspondió al gesto, suplicando que no la expusieran
mas, que se sentía humillada de que se viera su vergüenza. Shamsir tiró de su
brazo para sorpresa de Asalah y el resto, la sujeto de los hombros y le
recrimino firmemente sus palabras, le aclaro que no era una vergüenza, que el único
que había deshonrado a su familia era el pretendiente y ella había honrado con
creces a su familia entrando en este lugar después de que deshonraron su piel,
nunca se la deshonró en valores ni en su virtud, la cual seguía intacta, la
joven asentía y lloraba, pero aceptaba.
El asombro de junaana y Celina aumentó, la joven seguía
siendo pura, lo que daba gran regocijo a la propia Asalah, Celina la observó y
de alguna manera supo que su hermana había hallado su lugar y destino final,
fuera como fuera, esa joven recibiría la mejor de las atenciones y cuidados por
su parte.
Se levantó complacida por el nuevo hallazgo y
descubrimiento, se acercó a Iman y la abrazó, le propuso otorgarle un domitorio
propio cerca de Shamsir, la joven se retiró presurosa y se negó, aludiendo que
la propuesta la hiciera una esposa, su lugar no era tal, podía aceptar sus
afectos pero no ocupar un lugar que no le pertenecía, admitió habérselo
expuesto así al propio Califa, los ojos de todas se clavaron en la joven con
acentuada sorpresa, la mirada de Asalah solo descendió a sus pies ocultando una
sonrisa complacida…
Cada una de ellas se
deshizo en abrazos, finalmente Shamsir la convenció de algo que las demás no concibieron, el tener una cama
como dios manda a la sala, el colocar uno hilo a la noche lleno de campanas que
avisarían si de alguien intentara entrar, que no habría peligro puesto que
Mahir dormía a la puerta desde el ataque, y que aunque la sirviera recibiría el
mismo trato y seria igualmente favorecida, simplemente que a nadie mas que a ellas
le rendiría cuentas, para ello se le colocaría un brazalete y el grillete seria
eliminado, tomaría lugar de doncella especial, tendría derecho a todo el
recinto sin preguntas y las otras sirvientes debían rendirle cuentas a ella si así
quería… Asalah no dejó de sonreír ante la astucia de Shamsir. Le acababa de
conceder casi los mismos privilegios que al resto de miembros del harén sin
haber pasado por el lecho del mismo Califa, la apoplejía temporal de Iman la
regodeó más, lo suficiente para terminar de disfrutar con la situación. Salio
al exterior, e hizo llamar a Haala, ésta se presentó y le solicitó que trajera
uno de los brazaletes de oro, los eunucos llevaban los de plata, y el resto
para distinción con el resto del palacio los de bronce, la joven con ojeras
asintió y marchó rauda, cierta tristeza recorrió a Asalah, sentía como si
hubiera perdido su afecto, pero lo que realmente le dolió fue verla rota….
Al cabo de unos minutos regresó y le comentó que la sierva
de Shamsir adquiriría desde ese instante los privilegios especiales entre las
doncellas, y rendiría cuentas sólo ante las esposas, Junaana y Shamsir, como
protectoras de la misma, que así lo hiciera constar al libro de pasajes del día,
Asalah le acarició los cabellos antes de marchar y la joven se volvió para
cumplir su tarea.
Apenas se reunió con el resto, pudo percibir la tensión
entre Sahmsir e Iman, lo que la hizo suponer que Iman pensaba que no era
correcto… igualmente desenvolvió el brazalete, colocándolo sobre la mesita, se
volvió a la joven, que guardó silencio y le pidió que se acercara a ella,
intento resistirse, Celina disfrutaba tanto con la situación que no fue capaz
de contener la risa por mas tiempo, Asalah no retiró su mirada de Iman, la cual
retrocedió, ella volvió a dar dos pasos al frente y las ganas de salir huyendo
se reflejaron en el rostro de Iman, justo entonces la tomó de la barbilla y le
levantó así el rostro hacia el suyo delante del resto, le dio un suave beso a
los labios apenas rozándolos….
-
Harás lo que te pida y dejaras de resistir, este punto
ya lo hemos aclarado, no dejaras de ser quien eres ni ocuparas un lugar que no
deseas, pero obtendrás derechos y libertad, es mi juicio y el resto esta de acuerdo,
tu lugar y tu obligación es cumplir, extiende el brazo Iman…
La joven no se resistió alzo el brazo y lo dejó a su
alcance, bajó la mirada al suelo evitando un contacto directo otra vez, sus
labios marcaban una línea prietos y sus mejillas lucían encendidas de rojo.
Tras sacar un manojo de llaves Celina, se lo entregó a Asalah que busco una
llave en concreto, tras encontrarla le quito los grilletes de ambas manos,
ninguno llevaba cadena, estos llevaban una anilla incorporada para deslizar por
ella una cadena cuando hiciera falta, pero desde ese día nunca más deseaba
verla con esas piezas de metal, Junaana apareció a su espalda con un cuenco
lleno de agua de rosas y un paño, lo tomó y ante la mirada despavorida por sus
actos le limpió los brazos, allá donde no llegaba por los grilletes, una vez
limpios, Celina le pasó el brazalete, y se lo colocó y ajusto al brazo, para
mayor desconcierto la volvió a besar justo después marcando su propósito ante
todas.
Para no incomodarla más, Shamsir la mando retirarse a sus
aposentos, Asalah la vio retirarse con la cabeza agachada y la mirada perdida,
mientras Celina le tomó la mano a modo de animo pues acaba de dejar claro a
quien empezaba a querer después de obligar a declararse a Junaana y a Shamsir,
sin embargo el revuelo creado en el resto no le importaba, solo que ella supiera
que estaría pendiente.
-
Creo que jamás te pediré una declaración tras la que
acabas de representar Asalah.
-
Yo tampoco, pero ¿desde cuando sientes tanto por ella?
-
No lo se, solo que cada día que me he acercado mas a ti
para conocerte y ver si precisabas de algo tras el ataque mas me fijaba en ella
y su devoción y lealtad, en especial
todo afloró en mi el día de los baños y la cobra.
-
Por eso la he notado nerviosa y más volcada a pasar
tiempo a mi lado. Tu la desestabilizas y dado lo que le has hecho hoy no me
extraña…
-
Por si no os habéis dado cuenta esa chica huye de lo
que siente.
-
Junaana tiene razón Shamsir, tiene miedo de lo que
siente y de quien es mi hermana.
-
El tiempo calmara ese temor hermana.
-
Con todo nos queda celebrar esta unión, las ordenes de
Druja eran de pastas y té, pero estoy segura que mi cocinera no habrá permitido
que ningún alimento se traslade a nuestras personas sin una vigilancia en aso
de mas venenos…. Y al no ser ella del régimen especial no se lo permitirán pero
si la mantendrá alejada de estas habitaciones….
-
Sospechas algo de ella….
-
Por supuesto, fue la última amante de Setar…. Y la voy
a retirar de tu servicio y colocar al servicio de los jardines y adornamientos
eso me permitirá vigilarla más.
-
Como gustes, me gustaría disponer de Iman como ayuda,
ya que podrá entrar al servicio de cocina sin que yo de mi consentimiento
previo, sin arrebatársela a Shamsir, yo apenas la comida y algún detalle no
preciso de mas ayuda, tengo una sierva para las habitaciones y me desagrada tener
mas gente por aquí merodeando a mis ordenes.
-
Si a Shamsir le parece bien por mí de acuerdo Junaana.
-
Me parece bien eso la mantendrá activa y no recluida a
mi lado, y le gusta el arte disfrutó mucho con lo que hice ayer, por lo que
podrá pasar ratos admirando sus trabajos.
-
¿Que hiciste?
-
Algo especial…
-
No lo puedo ver.
-
Es un regaló que
ya entregué Celina.
-
Si tanto lo deseas entra a mi dormitorio Celina.
Sin darse por aludida se dirigió allí y regreso complacida
de lo encontrado y una gran sonrisa, desde luego estaba resultando un día lleno
de momentos dichosos.
Ambas se retiraron tras despedidas complacientes, ya que
Asalah recordó que esa tarde llegaría unos telares de uno de los mejores
comerciantes en sedas, como detalle de Sharif, le gusto el ver que pudiera
existir nuevo que le permitiera un detalle sorpresa para Azabache, se lo
comentó a su hermana y ésta no pudo dejar de reír al percibir su ilusión, desde
luego la tristeza duró poco, no en todas pero al menos ellas la saltaron con
rapidez y comenzaron a recorrer un nuevo sendero.
Junaana y Shamsir, se observaron en silencio y de nuevo la
pelirroja cogió un lienzo y comenzó a trazar sus rasgos, la morena se retiró
unos minutos y apareció con un gran cuenco lleno de pasas sultanas, apenas lo dejó
a la m esa descubrieron una sorpresa desagradable, al interior se removía una
tarántula que acaba de despertar…
Ambas salieron del dormitorio asustadas, uno de los guardias entró al percibir el
peligro en los gestos de las mujeres que huían del interior, el guardia sacó el
bol cubierto con una tela que mantenía a la araña sellada, Junaana mandó avisar
a las esposas que volvieran, estas muy desconcertadas por el aviso justo
después de marchar volvieron a la carrera, al llegar y ver que sucedía y que fue
su doncella en sospecha la que lo llevó bajo su petición, mandó que la
arrestaran, a la noche decidiría su castigo, pero justo entonces descubrió por
un sirviente de la cocina que la misma se desplomó y agonizaba, marcharon rápido,
descubriendo que se la mandó llevar la comida esa mañana, que alguien alas
celdas le drogó e incluso impuso unas ordenes contra su señora, quiso desoírlas
pero lo que fuera que la tomó la obligaban a realizar el atentado… también a
guardar silencio. Apenas pudo dar una descripción impusieron la búsqueda,
resultó ser un comerciante seducido y bien pagado por su servicio semanas
atrás, era el último de los ataques, esa noche se trasladó al criadero de
reptiles a Setar. Durante tres días con sus tres noches Druha luchó por su vida
y consiguió salvarla, perdiendo la movilidad de sus piernas, el brebaje afecto
esa parte de sus funciones psicomotoras, se ocupó de ella Celina que la colocó
a su laboratorio a realizar inventarios y controlar las sustancias.
En esos tres días, todo el harén supo de la unión de ambas y
recibieron múltiples felicitaciones, también que Azabahe tenia una protectora
que le había obsequiado con un traje precioso que era la envidia de todas, con
el mismo atendió la suplica de Sharif de que jugara Ajedrez con él, resulto ser
una excepcional jugadora, muchas veces bajo la mirada afectuosa y atenta de
Celina que se ocupaba de las borlas de incienso de sus aposentos.
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