SERENA
Yo esperaba alguna recriminación por su parte, el que me
rechazara, estuve preparándome con cada palabra que pronuncié para esa reacción
y sin embargo ella no me reprochó nada, simplemente se dedico a escucharme y
seguir ahí a mi lado sin alejarse hasta que terminé, aun cuando no la miraba
sabia que ella daba vueltas a mis
palabras y a sus pensamientos, al suspiro suave se le notaba y fue con un tono trémulo
que su voz comenzó a relatar como una cuenta cuentos partes de su niñez, absorbiendo
con su voz el ruido de la tormenta y la humedad, con su voz me sumergió en sus
emociones y ahí quedé atrapada.
Cada instante que ella revivió yo lo sentí en mi interior
como si me lo marcaran a fuego, tanto dolor en cada recuerdo, ya fuera por los
sucesos como por la perdida de unos padres y su soledad, como la impotencia de
lo que sufría Estela y finalmente su perdida personal y lucha por seguir
adelante sin ella o con el odio marcado de Jacobo en su asesinato…
Cuando su voz dejó escuchar de nuevo la tormenta, deseé
abrazarla y no soltarla, quería consolarla y tenia más miedo de hacerlo que de
mirarla y pedirle disculpas por acobardarme y no comprenderla en un pasado;
ella volvió su mirada hacia mi y sus ojos inundados me miraron con un temor
hermano del mío y un dolor que me provocaba ganas de arrancárselo y alejarlo de
ella para que no lo volviera a sentir, sabia que era una locura tan pensamiento
pero con todo para mí, lo mas importante era cuidar de ella en esos instantes y
aliviarle su dolor y que supiera que seguía ahí a su lado, independientemente
que estuviéramos atrapadas por la tormenta.
Sus labios respondieron a mi suplica de darle consuelo, pero
solo fue rozarnos y más que consuelo todo lo que en mi guardaba, todo lo que
había querido arrancarme en el pasado para olvidarla, todo lo que ella hacia
aflorar en mi con una chispa de fuego, prendió con su beso.
De pronto ella salió despedida de mi lado con un quejido de
dolor, en ese mismo instante todos mis sentidos se pusieron alerta, percibía el
peligro a mi lado, sobre ella y contra mí, la habitación parecía vacía pero la
realidad era distinta, no estábamos solas, lo supe en el preciso momento en que
una voz rabiosa inundó mis pensamientos y me sujetaba del cuello cuando hice el
intento de alzarme y tirarme a protegerla tras ver el segundo golpe del que era
objeto Tiara, algo inhumano nos atacaba, lo peor que ese ser me era familiar,
lo más espantoso era el echo de que estábamos indefensas y completamente a su
merced.
La tensión era cada vez mayor a la estancia y todo parpadeo
a nuestro alrededor, dejé de escuchar a Tiara resoplar y gemir, pensé que la
habría matado o finalmente no era ella la importante para este ser, sino yo…
La voz del ser era como gruñidos en un principio y algún
alarido, no me dejaba escuchar que le sucedía a ella y me aterraba que la
hubiera matado, pataleé en un intento inútil por liberarme, el ser se traslado
hacia la lumbre del hogar y allí pude ver su cuerpo encogido y casi laxo, sino
conseguía hacer algo la perdería ante mis propios ojos y no estaba dispuesta a
perderla, fue cuando pude distinguir la voz lacerante de mi cerebro, el intruso
era alguien más que conocido, mi padre.
“Tu me desafiaste y abandonaste tu deber por esta inmundicia
incapaz de dar un heredero a esta familia, tu que eras la única capaz de
procrear tras la muerte de tu hermano abandonaste tu lugar tu futuro y el hogar
que yo formé, me desobedeciste y me abandonaste, me humillaste y esperas que
permita que sigas por el camino de la perdición, no niña mimada, me avergüenzas
y por ello te dejare aquí y ahora cual es tu lugar y el camino que has de
seguir ya que lo has olvidado.”
Cada palabra acentuada de su voz en mi mente hacia que toda
esperanza desfalleciera en mi interior, pero sabia que el mayor poder de
cualquiera sobre uno mismo era el rendirse y era lo único que debía evitar y
seguir afrontándolo o ver si se daba cuenta de su estatus, pues puede o intuí
que el ignoraba de que su vida ya se había extinguido, que ya no seguía entre
los vivos como uno más, que dios se apiade de todos si así era.
-
No padre, suéltame, tu no tienes derecho a entrometerte
ni lugar ya entre los vivos, déjame, no sigas como cuando viviste, ¿no te das
cuenta?
“no oses reclamar a tu padre cual es su lugar, muchacha, has
olvidado que tu vida depende de mi, o mas bien la de ella…. Aunque ese despojo
ya no vale ni para engendrar. Ella no es importante pero tu nunca oses
desobedecerme me debes un respeto cría del demonio”
con mi garganta ya sin fuerzas solo podía imponer mi
voluntad mental a su voz , deseos, amenazas e injurias….
“¡No!, no soy un instrumento, ella no es un saco de injurias
como tu la usas, soy una mujer adulta y tu no tienes derechos sobre mi futuro
desde el momento en que me declaré con todas mis capacidades apta para vivir mi
vida. No soy esclava de la procreación y tu has muerto, sigues forzando una
existencia que ya no te pertenece, tu no sabes lo que es amar y dejar vivir.
Libérame y marcha de aquí en paz, si tu
aquí te has levantado para causarnos daño, otros como tu habrán para proteger y
salvaguardar el equilibrio.”
“nada puedes hacer y como veo que no cedes ella va a morir
por tu osadía, tu la has condenado Serena”
“suplico auxilio a las almas en pena, suplico su ayuda a
aquellas que amaron y conocieron el
perdón, suplico a esas almas su protección para quien amo, escucharme desde
allá en donde descanséis, auxiliarla y protegerla por favor”
Ya no me quedaban fuerzas, pero seguí ahí pidiendo ayuda en
la esperanza de que otros como él cuyos corazones albergaran ternura nos
ayudaran, algo debía haber que otros como mi padre no alteraran el equilibrio,
tenia que tener fe y seguir luchando y suplicar a los cielos, a los ángeles que
nos ayudaran, ya no me importaba si me dañaba a mi pero no quería verla sufrir
más a ella….
Él me zarandeo con rabia y todo mi cuerpo crujió bajo la presión
de su fuerza, el dolor que se me vino fue tal que ya me era imposible
distinguir su voz o lo que sucedía a mi alrededor, de pronto la luz de la vela
volvió y algo provocó que la presión de su espíritu no tuviera la misma fuerza,
abrí los ojos y sentí que mi suplica había sido escuchada que estábamos siendo
protegidas o salvadas por otro ser capacitado para detenerlo, ese ser de alguna
manera me dejó caer al suelo sin que me dañara más, y vi su forma femenina, y
algo en mi mente me hizo pensar en una persona tras los hechos del pasado,
Estela, era una certeza pero no me importaba si salvaba a Tiara, y mis ojos se
cerraban mientras ellos se enzarzaban en una lucha silenciosa…
No vi más, solo que no pude saber como estaba Tiara antes de
cerrar los ojos. La oscuridad fue una nueva dimensión llena de pensamientos y
luego me alzo algo a las alturas, por encima de todo lo que sucedía, podía ver
a mi padre luchando contra la imagen de una muchacha preciosa de mirada
penetrante, pero mi padre se le notaba distinto y descubrí que no solo estaba
él, su forma la compartía dos almas, la suya y la de otro ser con mayor
volumen, ella estaba sola contra eso e iba a ser vencida, me lance sin pensar
hacia su persona, mi cuerpo seguía a sus pies, ella lo protegía, ya no pensé
más si seguía viva o muerta, tenia que ayudarla, vencer a mi padre y al otro
ser y salvar a Tiara del mismo destino que nosotras.
Apenas me uní a su esencia todas sus emociones fueron parte
de mi y sus pensamientos, su voz repetía…
“ No tengas miedo y
no te rindas, nos enfrentamos a nuestros padres, la otra parte es el mío,
Jacobo, lucha por lo que amas Serena, tu hermano ya esta llamando al arcángel
de las sombras y las almas que han de cumplir al purgatorio o pagar sus
pecados, no te rindas ella nos necesita ahora a las dos.”
Escuchábamos las amenazas de ellos pero esta vez no me
dominaba el terror de antes ahora estaba dispuesta a lo que fuera por
detenerle, miré a Tiara y solo ver sus ojos y su cuerpo molido me renovó las
fuerzas y algo sucedió, nuestra forma cambió a una mayor, nos sentimos más
fuertes y con una determinación como nunca, lo sujetamos y sentí unas alas a
nuestro alrededor protectoras, no eran brazos ni otra esencia eran unas alas, y
Estela me dijo que eran suyas y que gracias a mi fuerza se habían desplegado
creando un escudo temporal que reduciría la fuerza de la forma espectral. Era
impresionante y luego el fuego del hogar se alzó como si otra forma entrará
desde el fondo de la oscuridad e hiciera
acto de presencia un destino mucho más aterrador, las llamas se alzaron como
brazos y lo agarraron aun con nostras sujetas a él, y cuando ya lo tuvo preso
tiró de él, hasta que toda la maldad se fue evaporando en las llamas con su
alarido encarnizado de odio y rabia, me sentí estremecer al pensar que alguien
a quien quise tanto albergara unas emociones tan oscuras.
Ella se volvió hacia mi cuerpo y me apresuró a volver, me pidió
disculpas por no haber acudido antes, me aseguro que estaríamos bien incluso su
ternura me atravesó cuando sentí como un beso a mis labios y me pedía que
cuidara a la mujer de nuestra vida, lo dijo en plural, me sentí idiota al
pensar en quien amaría Tiara y Estela se rió ante mis dudas…
“es vuestro amor el que me ha hecho volver, es vuestra
fuerza y resistencia la que ha dado valor a tus palabras y la suplica de protección
al mas allá, por si sola no tengo poder pero tu has creado en tu creencia y tu
fe un lazo entre ambas para que pudiera acudir en vuestra salvación, gracias
por darme la oportunidad de devolver tanto bien como en un pasado ella me hizo,
hazla muy feliz tanto como se merece, y no dudes que te ama por encima de todo,
incluso de mí, yo soy pasado tu eres el ahora y el futuro.”
Así sin mas volví a la oscuridad y poco a poco todo cuanto
sabia desapareció en la nada igual que mis pensamientos, entre al mundo de los
sueños, no sin antes recordar que también mi hermano vino a ayudarnos y me
sentí triste de no verlo.
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