A las afueras de la ciudad de
Tokio, en las inmediaciones de un refugio de animales una mujer joven a la que
acaban de violar unos visitantes, se convulsiona mientras un gato extraño
aúlla airado desquebrajando las brumas
del atardecer y enloquece al resto de animales que habitan en aquel lugar, a la
joven ya no le queda vida por la que luchar y su cuerpo se debate entre la
vivir y morir, ignorando que su alma se
desliza a una segunda vida, anclada al amor que profesó en el pasado a esos
seres desfavorecidos del refugio y el odio por el mal causado a ellos y a si
misma en esos últimos instantes de vida humana… Sufre una metamorfosis que
puede aterrar y enloquecer, pero en ella la caricia de la paz y la visión de la
luna calman el sufrimiento de la transacción de humana a Nekomusume, un ser que
creen una leyenda, mitad mujer mitad gato. En cuentos aterran a los niños para
que actúen con afecto y cuidado a sus animales de compañía, para no ser
atacados y perseguidos por sus almas vengativas y mortíferas; una leyenda con
vida propia en esa noche, que se levanta y se lanza con sed de venganza, con
algunos jirones de ropa sobre su pelaje negro azabache, recorre los campos, con
unos ojos que relucen verdes como esmeraldas y coléricos, persigue derramar la
sangre de quien infringió mal a su ser en vida, el rastro de sus atacantes
sigue nítido en su olfato el cual la guía, en un semáforo cerca de la vía
vislumbra la furgoneta, las risas de ellos rozan sus oídos y se lanza en la
oscuridad contra el vehículo, volcándolo,
maullando con furia destroza las ventanas agarrando con sus zarpas a
uno, destrozando su cuerpo y desgarrándole como si un muñeco de trapo fuera,
dos más huyen gritando, corre mortífera tras sus dos presas principales, con su
desgarrador maullido les hace revivir en su conciencia el mal que causaron y
sus faltas antes de morir, uno cae y es degollado bajo la mirada aterrada del
otro que suplica, igual que ella hizo, cuando la persiguieron y abusaron… el
hombre la apunta con una pistola, su mano tiembla dispara, ignora si alcanzó a
la criatura o no, desde lo alto una gran sombra se cierne sobre él y le arranca
la cabeza…
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