La tormenta se cierne sobre
el bosque y la mansión casi oculta al pie de la cordillera, en el jardín un
hombre contempla el oscurecido cielo con una sonrisa, se siente la tensión en
el aire, una joven invitada lo acompaña, de cabello cobrizo y ojos dulces, la
invita a pasar al interior guiándola a su dormitorio, allá se permiten
disfrutar del contacto, de las caricias y cuando la tormenta ruge sobre el
techo el primer rayo da la bienvenida a su esencia principal, la electricidad
que en si contiene como una gran bomba apunto de estallar. La muchacha
hechizada por la mirada electrizante e intensa se entrega a la pasión sin
voluntad, solo siente esas manos fuertes que la atrapan en ese estado de
sensaciones; cada vez el acto se vuelve mas descontrolado y salvaje, el hombre
brilla sobre ella, sus ojos como antorchas la miran como poseído, y su piel
escuece al contacto, la joven siente miedo quiere retirarse, sacarlo de si y
huir, pero le es imposible él la somete fácilmente, ella grita pide auxilio inútilmente,
en medio de un bosque y bajo una tormenta, esta indefensa y no obtendrá
auxilio. El hombre enviste con mas furia mientras ella grita y una gran
descarga en el momento del coito sobrecoge el cuerpo de la joven que se
convulsiona tetricamente, el hombre satisfecho se separa mientras ella yace
inerte al lecho, vive, pero su cerebro ha muerto tras recibir en si una esencia
sobrenatural. Ese ser con apariencia humana se admira al espejo antes de salir
bajo la lluvia, y el reflejo es sobrecogedor, en vez un rostro humano
corriente, en el se refleja una comadreja
con ciertas facciones humanas, su cabello electrizado y tieso responde a
la tormenta exterior, una vez al balcón
el hombre salta del mismo y se pierde en el bosque a la velocidad de un
rayo, cada roma que toca cae décimas después, algunos árboles se desquebrajan a
su roce, mientras recuerda como lo llamaban en la antigüedad, “Raiju”.
Ahora la joven vivirá
vegetalmente, él la cuidara hasta que cumpla con su cometido, traer al mundo su
primer descendiente en esa cordillera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario