Las dudas y preguntas se me acumulaban en la
cabeza, ella era la única que podía aclarar muchas, también la única persona a
la que podía confiar mis temores y emociones, sin embargo en ese instante un
nuevo sentimiento afloró en mi interior, nada de lo que le pudiera contar podría
definir ni la mitad de lo que en mi había, otra persona me causaba más cercanía
y confianza a la vez que recelo o temor a no recibir el trato esperado, supongo
que tengo mucho que aclarar todavía y mas conmigo misma que con lo que me
rodea….
Aguarde a que pasara el resto de protocolo en el
que ella dejaba de ser originalmente la segunda al mando del sistema a cambio
de ser una confidente y guía, solo bajo mi supervisión tendría acceso a dichos
directorios o en todo caso si concedía mi permiso tras una solicitud al
sistema, así nunca pasa desapercibido cualquier movimiento, tras este punto
solicito el informe de últimos accesos a la información así como de solicitudes
pendientes de los colaboradores o agentes bajo nuestra supervisión, el sistema
se negó solicitando mi permiso o el de Estela, así se comprobó que la base se
encontraba a nuestra completa disposición sin restricciones ni interferencias
de autoridad, su mirada se centro en mi persona esperando mi permiso, lo
concedí, algo que tenia muchas ganas de conocer, era la identidad de quienes
estaban a nuestro servicio, lo primero que pude comprobar que cada uno hacia
uso de un seudónimo y que si no se accedía a la ficha no se reconocía su
identidad real, así que antes de tomar conciencia de todo decidí volver a
buscar a mi nueva compañera designada a ser mi superior, para que entre ambas abordáramos
a cada uno de los componentes a investigar y comprobar su lealtad antes de
confiar en ninguno, también investigar que tenían entre manos cada uno a
nuestro servicio y al servicio de la corona, siempre hay agentes dobles y
siempre cuesta conocer hasta donde llega la lealtad de algunos, incluso cuando
cambian de intereses…
Mientras mi madre se acercaba a la zona de ranchos o comedor, yo llegué a los aposentos, la cabeza me dolía a horrores, tampoco quise conversar al respecto, necesitaba comprobar que Estela se encontraba bien, antes de avisarla de la llegada de su madre y de que tenían que comprobar los accesos y solicitudes asi como sus aliados, no es que le gustara tener gente a su cargo, pero el tiempo ya le enseñó que era algo inevitable en su posición y siempre se sentía vigilada por la servidumbre, al menos ahí no tendría que sufrir esa especie de acoso masivo…
Entró en su zona privada tras el reconocimiento y
ahí estaba Estela, sentada a la cama desorientada y confusa, sujetándose la
cabeza y gimiendo, su primer día juntas en ese lugar y ya tendría algo que
reprocharle de por vida, no tuvo más remedio que acercarse a ella despacio, los
ojos de Estela estaban inyectados en sangre y su mirada cargada de mucha rabia
contenida, la cosa estaba difícil pensaba Eleonor, la muchacha suspiró resignada
y comenzó a hablar con voz suave y lentamente, ya que no estaba segura de si
ella estaría lo suficiente despejada como para entenderla a un ritmo normal, un
unico ha llegado salio de los labios de Estela para luego verla incorporarse de
manera insegura, tras unos minutos en pie y en silencio salio por la puerta con
ella detrás, ahí salía la orgullosa y autosuficiente mujer de acero, así iban y
venían los pensamientos de Eleonor, a momentos de culpa y a momentos de
admiración, no era capaz de sacar su orgullo en esos momentos, no sabia como
reparar la ofensa que le había ocasionado sin pretenderlo, solo quedaba que la
dejara explicarse y la comprendiera al menos algo más de lo que ella misma se comprendía.
Poco a poco el ritmo fue acelerado, cada vez andaba
más segura y cierto alivio se acomodó en el pecho de Eleonor, la cosa no
pintaba tan mal si se desenvolvía tan bien, con un gruñido le preguntó de dónde
estaba ella, le dio una indicación de que fuera a la derecha hasta el fondo,
siguió la indicación con un asentimiento de cabeza y siguió el camino, hasta
llegar al comedor, no era muy grande la cocina servicie de al lado lo era algo
más, para dos o tres personas tampoco hacia falta mucho más, entró sin llamar y
frenó en seco delante de la mujer adulta en una posición rígida y firme,
todavía seguía el protocolo del ejercito, la mujer la observó con una ceja en
alto y una sonrisa divertida, Eleonor reconoció que su madre se sentía tanto
complacida como divertida por el modo de actuar de Estela y su manera de
presentarse, guardó silencio a la espera de las presentaciones…
-
Veo que has seguido cumpliendo las
indicaciones de Sebastián, ahora me toca a mi darte un consejo, ya no tienes
que darnos cuentas joven, tu puesto de lo ganaste con los múltiples trabajos a
los que te expuso y las guardias impuestas, conoces tus capacidades y tareas,
yo ahora no soy mas que una subordinada y consejera, así que no muestres hacia
mi ni nadie condescendencia, desde hoy es al contrario, somos los demás los que
te rinden cuentas y te obedecen, es cierto que se os ha puesto una misión con
un protocolo final, ya que Sebastián no pudo terminar su misión os corresponde
acabarla y lavar el nombre suyo y de la familia, o seréis siempre humilladas y
además vigiladas, como a unas traidoras, desde esta tarde yo supervisare el
como la una adiestra a la otra, en protocolo y bueno en el cambio de sexo o mas
bien apariencia y maneras, cada una ha de aprender a ponerse en el lugar de la
otra y a saber camuflarse, así que primero Eleonor aprenderá a caminar, y yo
miraré ésa herida…
Ambas muchachas tuvieron un pensamiento común, esa
mujer era única para cambiar de estados de conversación como si tal cosa, de un
halago a una recomendación para seguir con una orden y al final se hace dueña
de la situación, desde luego la experiencia se hace notar….
La mujer tomó el mando de la situación como si se
tratara de su casa, Estela decidió no decirle nada, recordaba como Sebastián discutía
muy seguido con ella sobre su seguridad y el como se preocupaba, así que pensó
que lo que a esa mujer mas le ayudaba era sentir que podía cuidar de ellas, si
en ese momento se le antojaba hacerle una cura ella no era quien para llevarle
la contraria con tal de que no se derrumbara, ya fue suficiente sufrir la ira
de Eleonor, así que se dedicó a conocer y analizar mas a la mujer, solo le
quedaba una duda, como dirigirse a ella desde ese día.
La mujer paró en seco apenas salir del comedor y le
pidió andar adelante de ambas y que ella la dirigía y así Eleonor tomaría nota
de sus movimientos para luego imitarla, ahora le tocaba pasar el momento de
bochorno, se guardo su incomodidad y cumplió con su petición, giraba donde le
indicaba antes de llegar a cada lugar ya sabia hacia donde moverse así no hacia
movimientos bruscos y en algún momento los hizo para que tomara nota de las
diferencias, cuando llegaron a un pasillo largo lleno de puertas ella paró, las
miró y le concedió el paso a Eleonor, no le hizo gracia pero accedió sin
rechistar, ella se situó al lado de la mujer y la siguieron mofándose de vez en
cuando, cuando lo hacían ella se molestaba y era cuando mas ajustaba el paso,
en cuanto se relajaba perdía el estilo, así estuvieron al mismo pasillo de la enfermería
tras la cura algo mas de una hora, luego fueron conociendo la base inicial en
compañía de la visita, lo hacia todo mas sencillo con sus explicaciones,
mientras le tocaba caminar femeninamente y moderar su modo de hablar como sus
maneras, en gran parte se sentía muy a disgusto, siguió con las indicaciones
sin rechistar, aun cuando pensaba en ella con traje y enagua, le era imposible
verse de esa manera, nunca fue a ningún baile y prefería seguir así.
Antes de la cena, Estela se retiró, seguía llevando
un albornoz, también sin sus ropas interiores acostumbradas y la desprotección
era una sensación constante, se desesperaba por volver y vestirse
adecuadamente, y también pensó en dejar a solas madre e hija, ellas se
retiraron al comedor otra vez, para cuando volviera ya se había comprometido
mirar los accesos y archivos, antes de ir comprobaría desde su terminal todo
por si acaso su antecesor tuviera algo pendiente a tomar en cuenta.
Tras volver a su dormitorio y recoger sus prendas
al baño para arreglarse, fue realizando sus comprobaciones, nada relevante por
el momento ni ningún mensaje pendiente para ella, se sintió aliviada, y más
cuando toda su ropa volvía a su sitio y limpia, fue curioso encontrar varios
uniformes de su talla al armario y otros mas grandes en la parte superior,
estos parecían usados los que ella cogió estaban por estrenar, eso le indicaba
que Sebastián había tomado nota de cuanto pudiera precisar incluso a modo
personal, ahora comprendía cuanto había puesto él de empeño y afecto sobre
ella, en especial confianza, era abrumador.
Volvió al comedor y allí la esperaban ambas habían
llorado, sus rostros aparecían hinchados y enrojecidos, los ojos en especial,
ambas se mantenían a distancia como si el contacto las incomodara, al meno en
publico, ese detalle le llamo la atención, y recordó que en el pasado con
Sebastián en publico se tomaba la misma actitud.
Enseguida se levantaron de camino al centro de la
base, siguieron con su practica, no conversaron, cuando llegaron cada una tomo
un asiento se identificaron para poder acceder a los archivos y llegó el
momento de las clases administrativas del archivo y de sus agentes, comenzaros
con las peticiones al centro de mando de cada uno pendientes por responder, se
tomo como costumbre ver la petición, comprobar en que andaba implicado y quien
era en cuestión el agente, luego se tomaba decisión de que información enviar y
cual reservar, estuvieron horas ocupándose de ese tema, a ninguna le gustaba
estarse tanto tiempo sentada sin moverse, se desesperaban a ratos por
terminar y moverse un poco del asiento.
Fue unas horas interminables y llenas de sorpresas,
dos instructores les servían de enlaces para acoger a sus filas posibles
agentes, de la alta elite de la aristocracia dos miembros de una misma familia
y otros dos de familias rivales, en las guardias de palacio entre los miembros
mas destacados y del consejo interno también encontraron gente suya, lo más
sorprendente era encontrar personal del otro lado de la frontera, se les creía
enemigos y tenían aliados, al puerto y al faro también, y así seguía la lista
interminable, incluso en la bolsa del imperio encontraron agentes controlando
las transferencias y movimientos sospechosos, no creyeron que sus contactos
llegaran a ser tan diversos, entre los científicos y su consejo secreto también
incluso a un traficante de armas, que informaba de bases rebeldes que pudieran
interferir, era una trama increíble, el trabajo iba a ser arduo.
El agotamiento cada vez era mayor, Eleonor se dormía
ante la pantalla y el dolor de cabeza de ella le impedía concentrarse en las
pantallas y los datos, ambas retiraron sus manos y pidieron reservar los datos
para su vuelta y así no empezar desde cero, antes de abandonar la sala, Estela
pidió de conversar a solas con la madre de Eleonor, ella accedió para mas tarde
cuando descansaran, así que la
acompañaron a unos aposentos que ella ocupó, no quedaban lejos de los de ellas,
antes de retirarse tras Eleonor se detuvo pensando en como preguntar algo tan
sencillo.
-
sois la madre de ella y de mi instructor, sois
de alta cuna, así que decidme como preferís que me dirija a vos, como señora,
por su titulo, o de alguna otra manera.
-
Llámame Esme, mi nombre de pila es Esmeralda, así
me puso mi padre al ver mis ojos verdes, así que llámame como mi madre me
llamaba, Esme.
-
De acuerdo Esme, que descanse.
Volvió a sus aposentos, sintiendo que todos los
pasillos eran iguales, que era como estar en un laberinto, ignoraba como era
algunas partes de la base, en especial una zona central muy por debajo de donde
se encontraban, el acceso altamente restringido era muy superior al del resto
de la base, y algo que la preocupaba mucho, no le gustaba tener algo que
dirigir y desconocer detalles, supuso que hasta que no superara las defensas de
la información nada podría, si no tenia todos los detalles necesarios, esos
accesos estarían protegidos de un modo especial para no hacer un uso
equivocado.
En su terminal volvió a monitorizar a su compañera
y a la visita, la visita se estaba tumbando en la cama y se limpiaba las
lágrimas, Eleonor sentada en su terminal comprobando datos, así siguió un rato
antes de echarse a la cama. Ahora se sentía más lejos que antes de ella, el
tener a la madre aquí las había distanciado, seria difícil que ella confiara
más en ella sino estaban solas, tendría que tener paciencia.
1 comentario:
me gusto esta parte Esmeralda también es una mujer de mucho caracter pasara tiempo para que todas se lleven bien por el temperamento que portan . gracias por la entrega amiga!
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