Bajo la caricia del helor
mis pies me guían a tu presencia,
son paseos matutinos
que me arrancan de mis desvelos.
En tu cercanía hallo la armonía
que emanas solo con tu sonrisa,
sabiendo que es una fantasía
persigo ese sueño fugaz,
de tener el cielo en un segundo.
El frío no es mas que un recuerdo,
las ansias el impulso de las prisas,
tu llegada la locura de querer mirarte
con el pecho sobrecogido...
Tu compañía es el sello que retiene
las sombras y abriga de tristezas,
y al buscarte sé que no me ves,
tampoco me importa,
si sigues llenando los vacíos
de mi existencia.
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