No son horas decimos muchos, mientras alguno de nuestros
pequeños sigue fascinado frente al televisor viendo unos dibujos con mucha
aventura o en cambio, frente a un ordenador haciendo las delicias de un
personaje interactivo con un sin fin de pruebas y entuertos a los que
enfrentarse.
Los observamos en silencio, esperando que se acuerden que
nosotros estamos aquí a su lado y no en la pantalla, la atracción por los
colores es total para ellos, mientras nosotros poco a poco nos vemos aislados
de su mundo.
Samuel es uno más de tantos que mira la pantalla y se siente
parte de esa fantasía que han creado para su disfrute, desea que ese mundo de
seres fantásticos y divertidos, incluso de grandes poderes y combates, sean
reales, porque como piensan la mayoría no encontraran nada tan increíble a su
alrededor como ese mundo de color y amistades animadas.
Samuel sueña con ser un corredor de bicis que es capaz de hacer increíbles acrobacias con la bici, mira la suya al balcón con el ansia y la satisfacción de que al día siguiente hará un ejercicio que acaba de ver a la tele y superara a sus amigos siendo la envidia de todos, su bici es su tesoro, tiene 8 años y ya piensa que de mayor se hará famoso con su bici.
Andrés es un niño como Samuel, ambos son vecinos, al primero
no le gustan tanto las bicis, su ordenador es su mejor amigo, en el descubre
nuevos mundos, nueva gente y aprende a realizar todo tipo de operaciones que
algunos adultos desconocen, es hábil con la informática, pero su mayor afán son
los juegos de guerrilleros en los que combate contra otros equipos y desea ser
el mejor, mas que eso desea ser mayor y entrar al ejercito y luchar y viajar a
lugares tan distintos a su hogar…. Su madre se ve sola y su papa ya no está, el
no quiere verla llorar y quiere ser grande y fuerte como un soldado de los que
maneja a su pantalla.
Son niños decimos los mayores, pero algunos olvidan que
ser niño es ir mas allá de la línea de
seguridad y Samuel no ve el peligro, al día siguiente todos se llevaran una
sorpresa piensa el niño.
Ya en el colegio Andrés observa sin mucho interés las
explicaciones eufóricas de su amigo al patio sobre algo que va hacer con la
bici, todos aplauden ansiosos por verlo, algunos en cambio se ríen diciendo que
es muy infantil y que lo que a la tele hacen es imposible hacer a la vida,
Samuel no los escucha, piensa lógicamente que son unos cobardicas y tienen
envidia. En cambio Andrés piensa que otra vez va hacer el ridículo y no tiene
ganas de estar, pero ya lo ha prometido.
Al salir todos corren con su merienda a tirar sus mochilas a
sus camas o asientos y huyen a la calle con ganas de ver lo que su amigo va a
mostrarles, una vez en el parque ven dar vueltas al niño con la bici por la
zona de columpios, aún no han llegado los mas pequeños y sienten que el lugar
es de ellos por unos minutos.
Al verlos llegar seguidos de Andrés que los sigue
silencioso, se emociona y toma impulso a la vez que se lanza con todas sus
fuerzas hacia el tobogán para escalarlo y saltar desde arriba cayendo en pie
con la bici, hay que admitir que no es algo tan simple y en ese momento lo
descubre el fantasioso Samuel, su bici se engancha con el bajo del tobogán y se
frena en seco, el de cara sale despedido contra la plaza del tobogán y se golpe
de lleno en el rostro quedando en una postura fortuita en el aire, luego cae
sin moverse ni decir un ay…. Los amigos se asustan y gritan aterrados diciendo
que esta muerto, Andrés corre a su lado y frena a un muchacho que pretende
moverlo, sabe que no es aconsejable alzarlo si el golpe se lo ha dado en el
cuello, pide que llaman a la policía que esta al otro lado del parque poniendo
multas, mientras mira si respira pensando que no quiere tocar un cadáver, algo
en su interior se remueve al recordar los personajes de sus juegos que morían y
debía robarles la munición, el no quiere tocar un muerto ni ahora ni nunca, ya
no quiere ser soldado que haga daño a otros ni ver a su amigo sangrando, pero
su amigo sigue ahí sin abrir los ojos, lleno de sangre y sin moverse, se siente
inútil sin poder hacer nada mas que mirarlo.
La mujer policía llega a su lado pidiendo un servicio de
ambulancia a la vez que revisa el estado del niño, mientras que la enfermera y
medica de la zona acuda urgentemente, varias madres sujetan a sus hijos
alrededor, su madre no esta y piensa en correr a avisar que Samuel se ha hecho daño,
la policía lo ve marchar sin mas, al llegar se encuentra a la madre sacando la
basura antes de ir con ellos al parque, le cuenta lo de Samuel y dejando allí
la bolsa corre con el niño al lado de su hijo, la ambulancia ya ha llegado y la
policía al ver como los demás gritan que esa es la madre felicita al niño por
correr tanto y no dejar que lo movieran, la policía se ha enterado de todo y Andrés
se siente realmente importante, mientras se marchan al hospital, la doctora del
consultorio se acerca a él y le da las gracias por no dejar que lo movieran y
le cuenta que se pondrá bien si despierta pronto, no sabe si es así pero se
siente feliz de haberlo echo bien.
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