Convivimos en una sociedad con cazadores de fama, donde sus víctimas empiezan a sufrir acoso y humillaciones desde el momento que son señalados como blanco de actos misóginos…
Ya sea por tu posición económica, origen, aspecto, eres perfecto para ser parte de un juego de esclavitud emocional, donde comienza la persecución y el miedo a unos cazadores que se esfuerzan por ridiculizarte como diversión, rompiendo tu autoestima.
No existen límites para esta misoginia, incluso si padeces un problema físico o mental, es fácil seas el premio gordo en esta lotería de odio y persecución.
La humanidad se deteriora a grandes pasos y se agrava la falta de moral, viviendo a través de videos reprochables, asumiendo es divertido, creyendo te dará superioridad y poder…
Son muestras de que muchos han perdido el norte en favor de la popularidad en las redes, es cada vez más duro pensar en llevar a hijos a la escuela, a aprender, hacer amigos para luego sufrir el rechazo, odio y desprecios sembrados por unos pocos que manipulan a una gran mayoría.
Son blancos humanos para quienes no conocen los escrúpulos, para quienes viven pensando o no los pillaran, no les pueden hacer nada, o su familia no los puede controlar, el tiempo va en contra, los días no son pruebas, más bien al contrario, es una rutina de tortura que empuja a romper con la realidad y soñar con escapar de ese lugar, de esa gente, algunos su mal sueño lo acaban con el último acto de desesperación.
Como sociedad buscamos soluciones, sin separar del rebaño a los lobos, esperando todo mejore y llegado el momento respirar con que termino el año escolar sin más repercusión que la jungla se queda a sus casas.
Para algunos el castigo es sinónimo de que gana audiencia y es más fuerte, es el aviso de que algo peor está por venir, tristemente no todo queda en las aulas…
Son vidas que pierden la esperanza, abandonan sus sueños, su seguridad queda por los suelos mientras cada muchos se preguntan que tienen de malo, que hicieron mal, o por qué no los dejan en paz, esa es la realidad.
Esta humanidad necesita un cambio, la adolescencia crece en una jungla, que se ha convertido en manadas, ya sea de lobos, hienas o carroñeros…. Existen blancos vulnerables con valores y sentimientos frágiles que necesitan tener voz, poder dar un alto sin ser destrozados en su esfuerzo por sobrevivir.
Todos tenemos un tiempo limitado, entre todos cambiemos esta rutina, encontremos el cierre al acoso, "bulling" y maltrato…
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