Esta es la desdicha, de fumigar por una plaga y la misma se te plante ante tus ojos a bailar una Samba tan campantes.
En esta vida uno se puede esforzar por hacer las cosas bien, en avanzar y en sostener un equilibrio, pero si a tu alrededor la plaga se extiende, te ves lidiando solo con algo que afecta a todos.
Las cucas son la asquerosidad con patas, son descaradas cuando se sienten seguras, te miran de frente mofándose de tenerte a su lado así tu las apartes de un manotazo.
Se alimentan a escondidas, se presentan donde note interesa, se cuelan donde no son invitadas, espantan a las visitas, clientes… es como un suicidio no programado, al que uno se enfrenta con lo que puede… tienen la capacidad de sobrevivir a lo que sea.
Una colonia crea mas colonias, esto se convierte en la expansión medieval, donde no importa donde mientras puedas reclamar el lugar como propio.
Ya los vecinos acuden con escobas a espantar a esta mala cría de bichos, que les molesta y se sienten atropellados por tanta mala cosa que estas cucas atraen, limpian, e impregnan todo de insecticidas con la esperanza de evitar las cosas empeoren.
Nada es tan simple, incluso dan ganas de meter fuego a todo y así acabar con el problema, la cuestión es empezar de cero, no todos saben cómo hacerlo.
La esperanza es lo ultimo que se pierde, o eso dicen, siempre cuídate de no arrastrar huevos a tu nuevo comienzo, cuando te quieren arruinar, siempre encuentran el modo.
Evitemos ser azucarillos ignorantes de nuestra atracción, cuando nadie se fija es rodeado por esta plaga y ahí se quedan cómodas, consiguiendo que el resto te evite y crea estas infectado, solo por su cercanía y acoso.
Pronto algunos se rendirán y se marcharan con la única fe de vivir en paz lejos del mundo, pronto se vera lejos de las infecciones de la ciudad, la sociedad, la falsa integridad… respirando un nuevo concebir de la vida, buscando sanar, limpiar su esencia de los huevos que dejaron las cucas a su persona, sino dudas un nuevo camino encuentras, pero si te abandonas vuelves al punto de partida.
Con las aguas nuevas, pretendemos alcanzar el cielo, solo no acumules fango, no atraigas lo malo y limpiemos nuestra conciencia de pensamientos mal sembrados.
