ECOS DEL TIEMPO /
SEGUNDA PARTE
Una semana y
el abatimiento ya me consumía, no me hablaba ni descendía, mi mente retrocedía
a nuestra discusión una y otra vez, si se marchó lo ignoraba, solo pensaba que
no sabía si la iba a volver a ver, que no nos despedimos y se marchó conmigo….
Conmigo no sin mí, y las dos peleadas como dos niñas.
Intentaba
estar activa, pero no era fácil, bajé al pueblo a por lectura, incluso un libro
de manualidades para distraerme, incluso todo lo hice con prisas, abastecía la
despensa casi sin pensar que coger, mi mente volvía a ella, a no estar si
volvía a buscarme o a despedirse…
La noche
pasada voló toda una botella de vino, ni siquiera me acosté en mi cama, dormí
al mismo sitio que esas noches que pasó ella conmigo, lloré, como desde tiempo
no hacía, abracé a Senya como de ello dependiera mi vida y así caí dormida.
Sabia no podía seguir así, derrumbando me y deprimiendo como a la muerte de
Delia, yo era esa imbécil que se enamora de la primera desconocida que llega a
su vida, ni más ni menos.