Las encontré, formaban un círculo tres de ellas, una cuarta
jugaba con los cachorros a pillar y a ser cazada, era divertido ver como fingía
que la atrapaban, el cómo se revolcaba con ellos simulando una pelea me trajo
alivio, estaba instruyendo a los más jóvenes, más arriba en la cornisa de una
cueva pude ver a un lobo grande y los gruñidos de otros, me acerqué intrigada,
pues estaba claro que no vigilaba los alrededores sino lo que ocurría al
interior de la cueva. Ahí quedé en shock, un lobo mayor acorralaba a uno joven
obligando le a huir o enfrentarle…
“Gran loba, seas bienvenida, ¿en qué os puedo ayudar?”
“os pido disculpas por interrumpiros, me trajo la
curiosidad, buscaba aprender por mi bien y el vuestro, a defender nos de la bestia,
me iba a dirigir a las lobas para aprendizaje, y tu posición me atrajo aquí”
“en verdad me alegráis, sois bien recibida para observar
aprender y preguntar, os guiaré en vuestras dudas, luego yo mismo veré con
quien os puedo emparejar para que vuestro instinto y vuestra habilidad en el
combate tomen fuerza y una forma efectiva”