Bendita risa
de la clara ironía,
a mas querer que poder
siempre llega el día
en que las lagrimas caen,
y la risa con dicha no cesa,
ni censa la euforia ingenua,
del instante que llega
adquiriendo sentido...
si es que por pedir
del cielo caería,
en esta derivativa
de locura,
que con niños uno se croa
y a coces se espabila,
en vez educar a duendes,
que en picara existencia,
de aquí para allá te arrastran,
ya mártir o esclava ríes rendida,
al encanto de su inocencia,
a sus trastadas, desafíos y respuestas,
y en la distancia ajenos al jolgorio,
se repite, que lindos, que vivos...
mientras el demoniete de la inconsciencia
se parte a gusto en tu nuca,
y con sonrisa traviesa ese canalla oculto,
con carita de ángel
de la mano te lleva a soñar como antes...